06 Mar Las 7 lesiones del tendón de Aquiles
Estamos acostumbrados a tratar muchas lesiones del tendón de Aquiles y nos parece interesante hacer una valoración de las principales lesiones que afectan al tendón. Las lesiones son las siguientes:
- La paratendinosis del Aquiles: también conocida como tendinitis paratendinosa, es una afección que afecta el tendón de Aquiles y los tejidos que lo rodean. A diferencia de la tendinopatía, que implica una inflamación del propio tendón, la paratendinosis implica una inflamación de las estructuras que rodean al tendón, como la vaina sinovial y los tejidos circundantes. Esta condición puede ser causada por sobreuso, traumatismos repetidos, cambios en la actividad física o una biomecánica anormal de pie y el tobillo. Se produce dolor especialmente durante la actividad física o al presionar el área afectada, hinchazón leve y rigidez matutina en el tobillo.
- Tendinopatía insercional del Aquiles: ocurre en el punto de unión del tendón de Aquiles al hueso del talón, llamado calcáneo. Conlleva inflamación, degeneración o calcificación en esta zona, lo que resulta en dolor en la parte posterior del talón justo encima del hueso. El tendón se inserta en el talón en forma de abanico y puede haber diferentes puntos de dolor, habitualmente agudo al contacto.
- Tendinopatía no insercional del Aquiles: afecta al cuerpo del tendón, que es la parte del tendón que está más alejada del hueso. Está relacionada con la degeneración del tejido tendinoso debido al sobreuso o a lesiones crónicas. Puede causar dolor, rigidez y sensibilidad a lo largo del tendón.
- Bursitis Superficial del Aquiles: esta forma de bursitis afecta la bolsa sinovial que se encuentra entre la piel y el tendón de Aquiles. Los síntomas comunes incluyen dolor en el tendón, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad al tacto en el área afectada. El dolor tiende a ser más superficial y localizado. La bursitis superficial del Aquiles puede ser causada por traumatismos directos, fricción excesiva con el calzado, o actividades que ejercen presión repetitiva sobre la parte posterior del tobillo.
- Bursitis Profunda del Aquiles: afecta a la bolsa sinovial que se encuentra entre el tendón de Aquiles y el hueso calcáneo. Los síntomas pueden incluir dolor profundo en la parte posterior del tobillo, sensibilidad al tacto en el área afectada, hinchazón y rigidez en el tendón de Aquiles. El dolor tiende a ser más profundo y puede irradiarse hacia arriba a lo largo del tendón. La bursitis profunda del Aquiles puede ser causada por traumatismos repetidos, sobrecarga del tendón, inflamación crónica o condiciones como la artritis reumatoide. El tratamiento puede ser similar al de la bursitis superficial.
- El síndrome de Haglund: también conocido como «protuberancia del talón» o «bulto de bailarina», es una condición médica que se caracteriza por la presencia de una protuberancia ósea en la parte posterior del talón. Esta protuberancia se forma debido a la irritación crónica del hueso y los tejidos circundantes, generalmente causada por la presión y la fricción repetida entre el calcáneo y el calzado. Los síntomas comunes del síndrome de Haglund incluyen dolor en la parte posterior del talón, que puede ser intermitente o constante, inflamación y enrojecimiento alrededor del área afectada, sensibilidad al tacto en la protuberancia ósea y dolor y rigidez al caminar, correr o realizar actividades que ejerzan presión sobre el talón. Las causas exactas del síndrome de Haglund no siempre están claras, pero se cree que pueden influir:
– La forma del pie, como un arco alto o un exceso de pronación que puede aumentar la presión sobre el talón.
– Uso de calzado inapropiado: El uso constante de zapatos ajustados, con tacones altos o rígidos, puede provocar irritación y fricción en el talón.
– Actividades de alto impacto: Correr, saltar o practicar deportes que involucren movimientos repetitivos del pie pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta condición. - Rotura del Tendón de Aquiles: la rotura del tendón de Aquiles puede ser parcial o completa y suelen venir precedidas de etapas con tendinopatía aquílea. Son de fácil diagnóstico pues el paciente sufre el signo de la “pedrada”, parecido a recibir el impacto de una piedra en el tendón. Además suele oírse un chasquido o crujido cuando se produce la rotura. Para confirmar el tipo de rotura se realiza ecografía o resonancia magnética. En el 90% de los casos requerirá de intervención quirúrgica seguida de un extenso programa de fisioterapia y rehabilitación, donde las cargas comenzarán a producirse a los 4 meses y la recuperación deportiva total entre los 6-8 meses.
Deportes Asociados a las lesiones del tendón de Aquiles:
- Deportes con carrera y saltos repetitivos: toda actividad deportiva que implique estos impactos supondrá mayor riesgo para el tendón. Metemos el fútbol, futbol sala, running y Trail como los más habituales.
- Deportes de raqueta: Movimientos rápidos y cambios de dirección repentinos pueden desencadenar la inflamación en el tendón de Aquiles. tenis, paddel y squash (sigue habiendo adeptos a este deporte) son los más frecuentes.
Fisioterapia en el Tendón de Aquiles
Dependiendo de la patología, nos valdremos de estas técnicas para el manejo del dolor y la regeneración del tendón. Trabajaremos con:
- Terapia manual: para mejorar la circulación y reducir la rigidez del tobillo y tendón.
- Radiofrecuencia: con el objetivo de regeneración de los tejidos inflamados y quitar dolor.
- Ondas de choque: el uso de ondas de choque en lesiones cronificadas o calcificadas se ha demostrado de gran valor para la regeneración del tejido afectado.
- Ejercicio terapéutico: diseñados para fortalecer los músculos de la pierna y pantorrilla y mejorar la biomecánica de pie, tobillo y rodilla. Los ejercicios excéntricos son los más indicados en los comienzos de la tendinopatía aquílea.
Lo ideal es hacerlos todos los días, durante las 5-10 primeras semanas. Iremos adaptando cargas y diversidad en el ejercicio según los tiempos de evolución del tendón y la musculatura previa del paciente. Además incluiremos también ejercicios de estiramiento de toda la cadena muscular posterior.
Tiempos de Recuperación del Tendón de Aquiles
El tiempo de recuperación en las tendinopatías y bursitis puede llevar desde varias semanas a varios meses para sanar completamente, mientras que una rotura del tendón de Aquiles puede requerir de 6 meses a un año para una recuperación completa, dependiendo de la intervención quirúrgica, la rehabilitación y la responsabilidad del paciente.
Desde la fisioterapia hasta el manejo del dolor y el apoyo biomecánico adecuado, cada paso es crucial para una recuperación exitosa y la prevención de futuras lesiones. En Fisioterapia Goya somos especialistas en los procesos de recuperación del Tendón de Aquiles y llevamos años recuperando a deportistas amateurs y profesionales.
No te la juegues y acude a profesionales con años de experiencia. No dudes en venir a visitarnos si crees que tienes una lesión en el tendón de Aquiles, nuestros fisioterapeutas especialistas conseguirán ayudarte a mejorar tu calidad de vida!
Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.
¡Gracias por leernos!
Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia Goya – Linkedin