tDCS: Estimulación Transcraneal por Corriente Directa
¿Qué es la tDCS y qué provoca?
La estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS) es una terapia de neuromodulación cerebral. Mediante un casco con unos electrodos -cátodo y ánodo- colocados en puntos estratégicos del cuero cabelludo, se aplica una corriente galvánica de baja intensidad durante 20-30 min. La corriente emitida penetra en las capas cortical y subcortical del córtex cerebral con el objetivo de cambiar el potencial eléctrico de las neuronas. Lo que se pretende conseguir es un incremento de la neuroplasticidad cerebral, que es la capacidad que tiene el cerebro para reorganizar sus conexiones neuronales y mejorar así sus funciones, afectando muy positivamente a las patologías que mencionaremos a continuación.
¿Para quiénes está indicada la técnica tDCS?
Esta terapia, además de no necesitar preparación previa, se puede realizar en adultos y jóvenes a partir de los 14 años. Os recordamos que la estimulación eléctrica transcraneal es una técnica no invasiva e indolora. El principal uso que hacemos en consulta es con pacientes que padecen:
- Dolor crónico
- Dolor neuropático, tanto central como periférico
- Neuralgia del Trigémino
- Migraña
- Tinnitus o Acúfenos de origen central
- Fibromialgia
- Trastornos motores derivados de ICTUS
- Déficit de Atención: TDAH
- Trastornos del Sueño
- Parkinson
- Ansiedad
- Depresión
- Adicciones
- Pacientes sanos que quieren mejorar sus capacidades cognitivas
Como todas las terapias, también tiene sus contraindicaciones: pacientes con marcapasos, implantes cerebrales, embarazadas, hipersensibilidad o cicatrices en la zona a colocar los electrodos.
¿Cómo se aplica la técnica tDCS
Como antes hemos mencionado, colocaremos un casco adaptable en la cabeza del paciente, conectado previamente al equipo EPTE®, con unos electrodos estratégicamente situados en puntos del cuero cabelludo y aplicaremos 20-30 min de corriente galvánica. Podemos tratar otras partes del cuerpo o realizar ejercicios de rehabilitación con el paciente a la vez que este recibe la tDCS.
Cada patología es diferente y por lo tanto cada paciente tendrá un protocolo personalizado, pero el uso de la tDCS debe de ser continuado y generalmente no será inferior a 10 sesiones con el objetivo de mejorar la plasticidad neuronal.
Respecto a los efectos secundarios de la tDCS, aunque son poco frecuentes, constan los siguientes: sensación de quemazón en la piel bajo los electrodos o un pequeño dolor de cabeza pasajero. No se han descrito efectos secundarios mayores que estos.
Por lo tanto es una técnica segura, efectiva y que puede ser combinada con otros tipos de tratamientos.
