04 Dic Qué es el síndrome de fatiga crónica y cómo mejorar tus síntomas
El Estrés, el estilo de vida frenético que llevamos o la exposición a determinados virus hacen que hoy en día nuestro cuerpo esté alerta ante cualquier amenaza que altere nuestro estado de equilibrio.
Hoy queremos hablaros del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC): un cansancio persistente e invalidante no asociado a la práctica de ejercicio y que viene acompañado de síntomas como dolor muscular y/o articular, astenia o trastornos del sueño.
El SFC debe cumplir, para ser diagnosticado, unos criterios aprobados en consenso por el comité de expertos internacionales (Centers for Disease Control de EEUU primeramente llamado) o criterios internacionales del SFC (criterios de Fukuda) desde 1994. El paciente debe presentar, aparte de fatiga crónica, algunos síntomas como artralgias (dolores articulares sin signos de inflamación), mialgias (dolores musculares), trastornos de la concentración o memoria, sueño no reparador o malestar post-esfuerzo superior a 24h.
El origen del SFC es desconocido pero se cree que pueda ser el resultado de la combinación de factores ambientales, inmunológicos, psicológicos y/o alimentarios. Además, uno de los posibles factores desencadenantes sería un contexto de infección vírica (Covid, procesos gripales…) asociado a una debilidad inmunológica.
Engloba desde pequeños cuadros de fatiga y cansancio moderado, falta de sueño y astenia hasta grandes limitaciones en las capacidades físicas y cognitivas de la persona.
Síntomas del síndrome de fatiga crónica
Los síntomas son muy variados teniendo en cuenta la lucha que supone para el cuerpo enfrentarse a este estado de fatiga:
– Dolor muscular y/o articular
– Trastornos del sueño (sueño no reparador, insomnio)
– Debilidad , astenia
– Cefalea
– Síntomas gripales (dolor en garganta, ganglios inflamados, trastornos digestivos)
– Parestesias /hormigueos (especialmente miembros superiores e inferiores)
– Malestar generalizado
– Dificultades cognitivas ( falta de concentración, pérdidas de memoria, sensación de “embotamiento”)
– Intolerancia al ejercicio
– Irritabilidad y estrés emocional
¿Cómo podemos ayudaros?
Nuestro objetivo principal será dinamizar el cuerpo permitiendo una mayor movilidad y mejor circulación, así como la normalización del tono de todos aquellos tejidos blandos que, como defensa, han perdido elasticidad volviéndose más rígidos. Nos valdremos de:
– Técnicas de osteopatía visceral para permitir la movilidad necesaria en aquellas vísceras y su entorno, cuyo ritmo se ha visto alterado (aerofagia, ruidos persistentes, digestiones pesadas, períodos de diarrea-estreñimiento) y que puede afectar a un correcto funcionamiento.
– Terapia manual para normalizar el tono, flexibilizar y devolver movilidad al sistema musculoesquelético. Nuestros músculos son capaces de aumentar el tono y contracturarse como defensa.
Técnicas de osteopatía craneal para liberar aquellas suturas y agujeros por donde discurren importantes estructuras vasculares y/o nerviosas (su “atrapamiento” podría desencadenar cefaleas, parestesias, pesadez de miembros superiores, náuseas, visión borrosa o acúfenos).
– Técnicas de inducción miofascial en aquellos tejidos superficiales y/o profundos que han reaccionado creando tensión y zonas de hipomovilidad (diafragma, esfera abdómino-pelviana, caja torácica). La deshidratación de la fascia conlleva una pérdida de elasticidad y “nudos” tensionales que comprometen una óptima movilidad.
En conclusión: es importante un buen diagnóstico médico y una posterior ayuda fisioterápica para que nuestra calidad de vida se vea lo menos afectada posible. No dudes en contactarnos si sientes que padeces estos síntomas y crees que podemos ayudarte.
Si necesitas más información sobre nuestro tratamiento del síndrome de fatiga crónica, no dudes en contactarnos. Estamos en Madrid, en la calle Conde de Peñalver 35, 28006 Madrid.
¡Gracias por leernos!
Autor del artículo:
Iván Martín de la Villa
Fisioterapeuta y Osteópata D.O.
No hay Comentarios