28 Jun El Psoas iliaco, el «músculo de las emociones»
La palabra psoas proviene del latín y significa músculo lumbar o del área renal. Es un potente flexor y rotador externo de la cadera y es considerado uno de los músculos más potentes del cuerpo. Es responsable de estabilizarnos cuando caminamos y corremos y el único músculo que une vértebras lumbares con las piernas. Este músculo se divide en 2 porciones: psoas e iliaco.
El músculo psoas nace en la última vertebra torácica, las cinco vértebras lumbares y en sus discos intervertebrales; mientras que el músculo iliaco se origina más abajo, en la fosa interna del hueso iliaco. Ambos se unen para descender por delante de la cadera e insertarse en la parte interna del muslo, en el trocánter menor del fémur.
Localización y relación con otros músculos/zonas:
Se podría decir que el psoas es el músculo central del cuerpo al estar íntimamente relacionado con los órganos abdominales y sistema nervioso, de ahí que sea considerado como el «músculo del alma» y portavoz de emociones al compartir inserciones con el diafragma, músculo principal de la respiración. Ambos músculos se relacionan entre sí a través del sistema de lucha-huida del sistema nervioso, que ante situaciones que considera de peligro se activa. Por tanto, periodos de estrés agudo, posturas mantenidas de flexión de cadera -frecuente en trabajo de oficina con ordenador, conductores, etc- y un estilo de vida sedentario pueden repercutir en este eje y modificar la respiración, la postura y nuestro bienestar pudiendo provocar acortamiento del psoas.
Es importante saber que debido a su relación con la zona lumbar, un acortamiento del psoas puede traccionar de la zona lumbar hacia abajo y provocar lumbalgias.
Por su localización, si el psoas se acorta puede dar dolor en la zona anterior del muslo, en la ingle, o en la zona lumbar. Y este dolor se acentuará cuando el psoas se active en situaciones tales como mantenernos de pie, levantarnos de la cama o subir/bajar escaleras.
Tratamiento Psoas Iliaco
¿Cómo tratarlo? Con ayuda de la fisioterapia podemos combatir los síntomas que aquejan el psoas a través de:
- La terapia manual: mediante técnicas de bombeo, liberación de puntos gatillo y masoterapia del psoas.
- Estiramiento de toda la región anterior de la cadera para normalizar el tono del músculo.
- Corrección de problemas de falsa pierna corta: el psoas siempre va a estar implicado en este tipo de dismetrías.
- Ejercicios de fortalecimiento: al contrario de lo que se suele pensar, un psoas fortalecido nos puede ayudar a ganar mayor control de la región lumbo-pélvica y disminuir el riesgo a padecer dolencias.
- Ejercicios respiratorios: recordar que es un «músculo de las emociones» y esencial en el mantenimiento de la postura. Los ejercicios de control
No dudes venir a visitarnos si sufres alguna dolencia causada por el psoas iliaco, nuestros fisioterapeutas especialistas conseguirán ayudarte a mejorar tu calidad de vida!
Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.
¡Gracias por leernos!
Autor artículo:
Mónica Modeano Lopes
Fisioterapeuta y Experta en Terapia Manual en Fisioterapia Goya
No hay Comentarios