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¿Has sentido alguna vez un dolor punzante en el pecho? Puedes estar sufriendo el llamado Síndrome de Tietze. Se trata de una costocondritis, es decir, la inflamación del cartílago que une las costillas con el esternón. Cursa con dolor en el pecho, que aumenta cuando nos tocamos, y que puede presentar hinchazón y eritema de la zona afectada. La incidencia es mayor en mujeres de entre 20 y 40 años. Se produce en la mayoría de los casos en periodos de mucho stress.

dolor punzante en el pecho

¿Cuáles son los Síntomas del Síndrome de Tietze?


Como os dijimos antes, lo más característico es un dolor en la zona pectoral, que el paciente sabe localizar muy bien con su dedo, pues le duele bastante cuando lo comprime.

Dolor unilateral en el pecho: con una incidencia mayor del lado izquierdo. Cuando el paciente, o nosotros en consulta, tocamos el punto doloroso, este siente como el dolor aumenta radicalmente. También experimenta un aumento de la molestia al: toser, estornudar, en respiraciones profundas, cuando rota su tronco hacia los lados o pone en tensión la musculatura pectoral.

Bulto o hinchazón en la zona dolorida: aunque no siempre aparece, en algunos pacientes con costocondritis se nota una especie de nódulo cuando palpamos el área sensible.

Eritema: a veces se produce cierta rojez de la piel en el lugar donde le duele al paciente, sinónimo de inflamación articular.


¿Qué causa el Síndrome de Tietze?


Actualmente a nivel sanitario las causas para este síndrome están declaradas como idiopáticas – o desconocidas-. Lo que sí que vemos es que son varios los factores de riesgo que pueden llevar a padecer el Síndrome de Tietze:

– Haber sufrido algún proceso infeccioso respiratorio.
– Un traumatismo previo de la zona afectada.
– Microtraumatismos en esas costillas, realizados de forma continua durante una actividad laboral o deportiva.
– Exceso de estiramientos de la zona pectoral.
– Stress continuado, que puede afectar a nuestro sistema autoinmune. En disfunciones viscerales de estómago encontramos habitualmente Síndrome de Tietze en las

costillas del lado izquierdo. En las disfunciones de hígado es más frecuente un Síndrome de Tietze en lado derecho.


Diagnóstico del Síndrome de Tietze


Cuando el paciente nota el dolor en su pecho, lo primero que hace es preguntarse si tiene un problema de corazón. ¿Es peligroso el Síndrome de Tietze? No lo es, pero, sin pretender asustar a nadie, hay que hacer siempre un buen diagnóstico diferencial, ya que la isquemia coronaria presenta síntomas que podrían confundirse con el inicio de un Síndrome de Tietze.

En caso de dudas, las pruebas que se usan para un buen diagnóstico médico del Síndrome de Tietze son la radiografía y la resonancia magnética.


Y, ¿cuánto dura el Síndrome de Tietze?


Decir un pronóstico exacto sería mentir. El mayor número de casos se resuelve en semanas o un par de meses, pero hay pacientes -habitualmente en etapas de stress incontrolado- que pueden llegar a padecerlo mucho más tiempo, hasta 6 10 meses. Lo ideal es hacer caso a los consejos que os damos a continuación.


Consejos y tratamiento del Síndrome de Tietze con fisioterapia y osteopatía


Lo primero a tener en cuenta es que, si no eres una persona que haya sufrido una infección respiratoria, hay muchas papeletas de que el Síndrome de Tietze se te presente como un problema más en una etapa en la que también tengas dolor de espalda, de cabeza y quizás tus digestiones y tu sueño no atraviesen tampoco su mejor momento.

De ahí que nuestro primer consejo es que cuides tu alimentación de forma exhaustiva durante un mes y que bajes tu ritmo acelerado de vida si es posible. El segundo consejo es que nos visites para que te ayudemos a mejorar tus síntomas. En Fisioterapia Goya, nuestro equipo de especialistas valorará tu lesión y aplicará el tratamiento específico para el Síndrome de Tietze, usando:

– Fisioterapia y radiofrecuencia para aliviar la zona lesionada.
– Osteopatía estructural y visceral enfocada sobre todo en hígado y estómago, relacionados con el Síndrome de Tietze.
– Desbloqueo de tu zona cervical, dorsal y de costillas que puede inducir a que se produzca la costocondritis.
– Reeducación Postural Global si fuera necesario.

En Fisioterapia Goya nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años tratando el Síndrome de Tietze, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

¡Gracias por leernos!

Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

El hígado se encuentra situado en el flanco superior derecho de nuestro abdomen, justo por debajo del diafragma, músculo del que os hemos hablado en muchas ocasiones. Es el segundo órgano más grande de nuestro cuerpo, solo por detrás de la piel, y puede llegar a pesar hasta 1kg. Tiene muchas funciones, cerca de 500, entre las que destacamos las siguientes:

  • Produce la bilis: necesaria para la descomposición de las grasas en el intestino delgado. El hígado la produce a partir de la bilirrubina, sustancia que si no se eliminara nos pondría en tono amarillento la piel y ojos.
  • Metaboliza las grasas y los hidratos de carbono: convierte el exceso de glucosa en glucógeno y lo almacena para luego volver a convertirlo en glucosa y obtener energía.
  • Depura los medicamentos y tóxicos que podamos introducir en nuestro organismo: consigue que hagan el efecto deseado.
  • Produce el colesterol: que ayuda en el transporte de las grasas por nuestro cuerpo.
  • Es fundamental en el equilibrio de los niveles de glucosa de nuestro cuerpo y la produce en caso de ser necesario.
  • Participa en la respuesta inmune de nuestro organismo y contiene células que eliminan virus y bacterias.

Las causas de disfunción del hígado más habituales
serán:


  • Alimentación desequilibrada: un exceso de grasas trans, azúcares, café, carne procesada o alcohol afectarán a esta víscera y provocarán un efecto adverso también en el estómago.
  • Exceso de medicamentos hepatotóxicos: entre los que se encuentran los analgésicos y antiinflamatorios, de uso tan frecuente para muchos dolores.
  • Stress y emociones: el hígado es, por orden, la primera víscera que se ve directamente afectada por el ritmo de vida acelerado, el stress y la acumulación de tareas. Está científicamente probado que las emociones que más le afectan son: la frustración, el enfado, el rencor y el no saber adaptarse a nuevas situaciones. Las personas con un carácter enérgico, impulsivo, que necesitan experiencias nuevas continuamente y que tienden a caer en el descontrol (a veces llevado a la cólera y agresividad) están más predispuestas a tener disfunciones de hígado.

¿Cómo saber si nuestro hígado está afectando negativamente a nuestro organismo? Hay muchos síntomas que nos lo van a manifestar. En consulta es muy común ver pacientes que han llegado con otra lesión o patología diferente, pero que también tienen una disfunción de hígado y no lo sabían. Os describimos los signos habituales que suelen presentar:

  • Ictericia: es el signo más radical para saber que nuestro hígado está fallando. Nuestra piel y ojos se tornarían de color amarillento por culpa de un exceso de bilirrubina que nuestro hígado no está eliminando.
  • Piel grasa y con picores continuos.
  • Cansancio excesivo al levantarse por las mañanas de la cama.
  • Somnolencia excesiva después de haber comido.
  • En análisis médicos: colesterol y triglicéridos altos.
  • El paciente que tiene disfunción de hígado suele presentar también problemas de estómago, como el ardor, la sensación de boca amarga y la dispepsia.

Los dolores referidos musculo-articulares de una disfunción del hígado


Repetimos que el hígado es la primera víscera de nuestro organismo que se ve afectada por el stress y que estos dolores aparecerían sin existir traumatismos ni sobreuso de dichas zonas:

  1. La primera zona donde repercute es en la espalda en la zona dorsal, sobre todo en las vértebras torácicas T6-T9, por facilitación segmentaria debido a que de ese segmento medular tiene salida la inervación simpática del hígado.
  2. Es muy común que aparezca un dolor sordo constante en la zona interescapular derecha (el paciente suele tocar y comprimir mucho esa zona porque le alivia temporalmente) y punto gatillo en el músculo romboides.
  3. Hipermovilidad e inestabilidad en las vertebras cervicales: torticolis, cervicalgias, molestias en el músculo trapecio derecho, dolor suboccipital derecho (neuralgia de Arnold) que provoca dolor de cabeza o cefalea. La causa es lo nombrado en el punto 1.
  4. Si una disfunción de hígado se alarga en el tiempo, suelen aparecer tendinopatías del hombro derecho, que solemos ver en consulta muy habitualmente. Son lesiones del hombro que aparecen de la noche a la mañana y no tienen que ver con traumatismos ni mejoran con los tratamientos habituales. Son consecuencia de un posicionamiento anterior del hombro que sucede como consecuencia de los puntos 2 y 3 anteriormente mencionados.
  5. Síndrome de Tietze: que es un dolor del cartílago esternocostal a nivel de las costillas relacionadas con las vértebras T4-T7. Producido por el bloqueo mantenido de dichas vértebras, que comentábamos en el punto 1.
  6. Sólo a veces se produce una molestia en el costado derecho, recorriendo el borde final de las ultimas costillas y la zona del diafragma. Suele ir asociado a una muy mala alimentación y los médicos lo llaman “dolor de hígado” porque está situado justo en la zona hepática y de la vesícula. Este dolor mejora de forma radical si durante varias semanas nos alimentamos de manera muy sana, eliminando grasas saturadas y trans, alcohol y refinados. Además, en estos casos, realizamos algunas técnicas descongestivas del hígado en consulta.

Fisioterapia y Osteopatía para los dolores musculares referidos por una disfunción hepática


El paciente habitual que acude a nuestra consulta con una disfunción de hígado no viene con conocimiento de causa. Se queja habitualmente de dolor de espalda interescapular del lado derecho y tendinopatías del hombro derecho, y muchas veces padece dolores de cabeza. Los antiinflamatorios no le mejoran y tiene dolor nocturno de hombro y molestias de espalda en su día a día. Es un paciente que llega en una etapa de mucho stress. El tratamiento que usaremos abarcará técnicas de fisioterapia y osteopatía:

  • Desbloqueo del conjunto vertebral torácico T6 a T9.
  • Osteopatía visceral relacionada con el hígado y la vesícula, donde usaremos técnicas descongestivas hepáticas entre otras.
  • Osteopatía craneal relacionada con la salida de fibras del Nervio Vago, encargado de parte de la inervación parasimpática del hígado.
  • Trabajo del músculo diafragma y del plexo solar, que influye directamente con fibras nerviosas al hígado.ç
  • Fisioterapia de la zona cervical, relacionado con dolores en la zona occipital y también con los dolores del hombro derecho.- Trabajo de toda la musculatura y fascias que inducen a la anteposición del hombro derecho, provocando parte de las tendinopatías de hombro.

Recuerda que en Fisioterapia Goya somos especialistas en el tratamiento de los dolores referidos de las disfunciones hígado y que llevamos más de 10 años ayudando de forma efectiva a nuestros pacientes, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

El estómago -después de la boca- es el primer órgano del sistema digestivo encargado de procesar la comida que ingerimos. La almacena mezclándola con los jugos gástricos mientras se forma una papilla que avanzará hacia el intestino delgado, en el cual se realizan los procesos de absorción de los nutrientes. Es importante saber que al estomago le afecta directamente todo lo que suceda en nuestro hígado, encargado de metabolizar y eliminar las sustancias de desecho que entran en nuestro organismo.

Las causas de dolor de estómago más habituales son las siguientes:

Mala alimentación: aunque sea un órgano que está acostumbrado a un PH extremadamente ácido, el estómago siempre se verá afectado por un mal funcionamiento del hígado. Todo lo que mal influya al hígado, afectará directamente al estómago. Alcoholes, picantes, azucares y grasas saturadas en exceso, acabarán afectando negativamente a ambos órganos.

No masticar: la digestión se inicia en la boca. Si comemos con prisa y sin masticar bien los alimentos, el trabajo del estomago será mucho más complicado y generaremos.

Stress y ansiedad: el stress acidifica directamente el ph del estomago, esto puede cambiar la microbiota del mismo generando más microorganismo que nos perjudican y eliminando a los que nos protegen. Además es importante resaltar que los azúcares “alimentan” y fortalecen a los microorganismos dañinos de la microbiota.

Salud emocional: nuestro cuerpo se ve afectado directamente por las emociones. Este tipo de creencias -que provienen de la medicina oriental- cada día son más aceptadas por la medicina europea y americana debido a la evidencia. En este caso, se ha comprobado que el estómago es una víscera que se ve afectada sobre todo por el exceso de responsabilidad, ya sea económica, trabajo o estudios. Las persona con un carácter marcado por la obsesión con las reglas, que no sabe desconectar del trabajo y sus responsabilidades, está mucho más predispuesta a sufrir disfunción de estómago.

Cuando hemos caído en alguno de los malos hábitos anteriormente citados y pasamos meses o años de esa manera, el estómago suele entrar en disfunción y comenzamos a tener síntomas que nos recuerdan que algo no va bien en nuestro sistema digestivo. Los principales signos de la disfunción de estómago son los siguientes:

Acidez de estómago: cuando esto sucede, nuestro paciente sentirá su estomago hinchado de forma inmediata tras la ingesta de cualquier alimento, por pequeño que sea. El inicio de la acidez puede ser muy brusco y agudo al comienzo, lo que denominamos gastritis aguda.

Reflujo gastroesofágico (RGE): es la mezcla de ácidos y comida no digerida que nos sube de vuelta desde estómago al esógafo (tubo digestivo que conecta el estómago con la boca). El reflujo se suele presentar cuando nos tumbamos después de comer o cenar y está comprobado que de forma continuada durante años puede producir cáncer de esófago, por lo que es importante ponerle solución cuanto antes. Se presenta habitualmente cuando el paciente tiene hernia de hiato.

Hinchazón (alta o baja): la hinchazón en la zona epigástrica (la zona alta de la barriga) es producida por el estómago y sucede justo después de comer. La hinchazón en la zona del bajo vientre está relacionada con intestinos y se produce a las 2-3 horas de haber comido.

Hernia de hiato:  cuando padecemos una hernia de hiato (explicamos lo que sucede en otro de nuestros artículos) se reproducen síntomas como la acidez y el reflujo antes nombrados, que puede acabar afectando al esófago, a nuestra garganta e incluso a nuestras cuerdas vocales, produciéndose ronquera en algunos casos.

Ptosis de estómago: esto significa que el estómago desciende respecto a su posición habitual en el abdomen y traccionará a su vez del hígado, provocando alteraciones en la función hepática y digestiva. Se suele dar en personas con falta de tono abdominal y hipotonía del suelo pélvico. Los pacientes tipo son: hombres mayores, hombres muy altos y delgados, y personas que han experimentado un descenso de peso de forma muy rápida.

Tras haberos contado los síntomas principales del estómago, ahora os detallamos los dolores musculares que suelen acompañarlo (uno o varios a la vez). De forma habitual, una disfunción estomacal conllevará rigidez y bloqueo en las vértebras torácicas T5-T6 y estos bloqueos provocarán problemas a su vez en la zona cervical. Los dolores referidos del estómago suelen ser:

Rigidez torácica en la zona T5-T6: de este nivel medular sale la inervación simpática del estómago.

Rigidez cervical izquierda, Tortícolis y Punto Gatillo en músculo Trapecio izquierdo: La rigidez dorsal anteriormente nombrada genera una hipermovilidad cervical baja y esto produce el problema de la zona cervical. Además, la vertebra dorsal o torácica T5 está relacionada de forma vascular directa con la vertebra cervical C5. CURIOSIDAD Si el paciente ha sufrido un latigazo cervical  por un accidente de tráfico, es probable que exista compresión del nervio espinal -par craneal XI- que sale por el agujero rasgado posterior de nuestro craneo, e inerva al músculo trapecio y esternocleidomastoideo, generando dolor de cuello y espalda.

Además, por ese agujero también sale el nervio Neumogástrico o “Vago” -par craneal X- que inerva al estómago, y también producirá alteraciones gástricas en dicho paciente.

Tendinopatias del hombro izquierdo y Punto gatillo en el músculo infraespinoso del hombro izquierdo: producidos por la antepulsión o adelantamiento del hombro, que se sitúa así por tensiones fasciales directas del estómago.

Síndrome de Tietze: dolor muscular agudo en las costillas y en el cartílago que une costillas y esternón.

Fisioterapia y Osteopatía para los dolores musculares referidos por el estomago

Habitualmente a consulta nos llegan muchos pacientes que ya han sido pautados por su médico digestivo con protectores gástricos u otros tratamientos, pero que, habitualmente diagnosticados de hernia de hiato, siguen teniendo problemas digestivos y dolores músculo esqueléticos asociados.

En este caso, en consulta abordamos los problemas citados anteriormente con técnicas de fisioterapia y osteopatía:

– Desbloqueo del conjunto de vertebras bloqueadas (T5-T6).
– Tratamiento de los puntos gatillo de músculos trapecio e infraespinoso izquierdo.
– Tratamiento del músculo diafragma.
– Osteopatía visceral relacionada específicamente con hígado y estómago, con enfoque especial para hernia de hiato.
– Osteopatía craneal para Agujero Rasgado Posterior y Nervio Vago.
– Tratamiento de Síndrome de Tietze y tendinopatías del hombro si las hubiera.

Es importante conseguir que el paciente adopte medidas respecto a su alimentación con su endocrino o nutricionista. Pero sobre todo es imprescindible que, semanalmente 2-4 veces, nuestro paciente haga deporte o cualquier actividad en la que consiga disfrutar y olvidarse de sus obligaciones del día a día durante varias horas.

En Fisioterapia Goya somos especialistas en el tratamiento de las disfunciones de estómago y sus dolores referidos, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

La conexión entre el cuerpo y las emociones es fascinante, y en el ámbito de la fisioterapia y la osteopatía esta relación es fundamental para comprender y tratar ciertos dolores. También en la medicina occidental cobra cada día más importancia.

Muchas veces, los problemas musculares que experimentamos pueden tener su origen en disfunciones viscerales, es decir, en órganos internos. En este artículo, exploraremos cómo saber si el dolor muscular es de origen visceral.


¿Qué es la conexión visceral-muscular?


La conexión entre los órganos internos y el sistema musculoesquelético se establece a través de una red de nervios y fascias que recorren todo el cuerpo por completo.

Cuando un órgano interno presenta alguna disfunción visceral, puede enviar señales a través de esta red que afectan los músculos circundantes, causando dolor o rigidez en áreas aparentemente no relacionadas.

Signos de que tu problema muscular puede tener un origen visceral:

  • Inexistencia de traumatismos ni sobreuso de la musculatura o la articulación que nos duele: si nos duele mucho una zona en la que ni hemos recibido ningún golpe ni tan siquiera usamos en exceso, es motivo para sospechar que nuestra lesión puede tener un origen visceral. Por ejemplo, una disfunción en el hígado puede manifestarse como dolor en tendones del hombro derecho.
  • El paciente tipo es de mediana edad: es mucho más frecuente el dolor musculo- articular relacionado con disfunciones viscerales en una persona que está entre los 25 y 70 años.
  • Aumento de los síntomas en reposo o cuando nos vamos de vacaciones: es normal que los dolores que tienen un origen visceral aumenten en el momento del día en el que paramos, por ejemplo cuando nos vamos a dormir. Además, en periodos de mucho stress laboral o emocional, el dolor suele hacerse presente justo cuando acabamos esa etapa, como son el comienzo de las vacaciones o al finalizar una etapa de mucho sufrimiento emocional (una muerte de un pariente cercano, un divorcio, una deslealtad…).
  • Cambios en la movilidad/sensibilidad de una articulación sin lesión aparente: si experimentas cambios en el rango de movimiento de una articulación sin una lesión traumatológica, podría ser indicativo de un problema visceral. Por ejemplo: una disfunción en el intestino grueso o colon podría causar restricciones en la flexión hacia delante de nuestro tronco, sin necesidad de que hayamos hecho esfuerzos con esa zona. Y otro ejemplo habitual: la disfunción de los riñones puede provocar sensibilidad dolorosa en la parte baja de la espalda o zona lumbar.
  • No funciona la medicina ni los tratamientos convencionales: una lesión se nos repite una y otra vez durante una etapa. Nos medicamos, ocultamos sus síntomas durante un tiempo, pero vuelve a aparecer en cuanto terminamos el tratamiento
    farmacológico. Esto debe hacernos sospechar de una disfunción visceral que nos está causando los síntomas dolorosos.

En conclusión, si experimentas problemas musculares o articulares persistentes y recurrentes, es importante considerar la posibilidad de que tengan un origen visceral. Consultar a un fisioterapeuta osteópata con experiencia en este enfoque puede ser fundamental para identificar y tratar eficazmente la causa subyacente de tus síntomas, brindándote alivio y mejorando tu calidad de vida a largo plazo.

En Fisioterapia Goya nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años de buenos resultados en el diagnóstico y tratamiento de los dolores de origen visceral, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

¡Gracias por leernos!

Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin


¿Cuál es el significado de disfunción visceral?


En el mundo de la salud a menudo encontramos términos que pueden sonarnos un poco raros. Uno de ellos es la «disfunción visceral».


¿Qué es una Disfunción Visceral en Osteopatía?


En términos simples, una disfunción visceral se refiere a un problema en los órganos internos del cuerpo que no es de excesiva importancia, pero que mantenido en el tiempo acaba afectando a su función normal. Puede ser causada por diversos factores, tales como el estrés, emociones alteradas, malos hábitos alimenticios o factores mecánicos -por ejemplo estar sentado muchas horas al día delante de una pantalla-.

Lo que puede sorprender a muchos es que una disfunción visceral puede manifestarse a través de síntomas en nuestro sistema musculoesquelético. La conexión entre los órganos internos y el sistema musculoesquelético se establece a través de una red de nervios y fascias que recorren todo el cuerpo. Cuando un órgano interno presenta alguna disfunción, puede enviar señales a través de esta red que afectan a los músculos circundantes o a otros que están a distancia aparentemente no relacionados.

Dolores de espalda, rigidez en el cuello, contracturas, problemas posturales e incluso dolor en las articulaciones sin venir a cuento, pueden ser resultado de una disfunción en los órganos o vísceras. Por ejemplo: una disfunción vísceral del estómago suele producir una contractura en la zona interescapular izquierda que se repite habitualmente. O una disfunción del hígado puede producir una tendinopatía de hombro derecho.


Tratamiento de una Disfunción Visceral desde la Fisioterapia y la Osteopatía


La buena noticia es que la fisioterapia y la osteopatía pueden desempeñar un papel crucial en el tratamiento de una disfunción visceral. Los fisioterapeutas osteópatas estamos capacitados para evaluar los dolores que, por la forma de presentarse, repetirse y no curarse con la medicina y la fisioterapia convencional, sí reaccionan positivamente con el enfoque de la osteopatía visceral. Por lo tanto, es importante sobre todo un buen diagnóstico de la lesión, para posteriormente realizar un correcto tratamiento.


Osteopatía Visceral: Un Enfoque Integral


Dentro de la Osteopatía, existe un enfoque específico conocido como osteopatía visceral. Este enfoque se centra en el diagnóstico y tratamiento de las disfunciones en los órganos internos. En Fisioterapia Goya, nuestros fisioterapeutas osteópatas utilizan técnicas manuales para restaurar la movilidad, motilidad y la función adecuada de los órganos. Esto, unido al ejercicio terapéutico y a la implementación de rutinas saludables, consigue aliviar los síntomas musculoesqueléticos asociados de una disfunción visceral.

Recuerde, escuchar a su cuerpo es fundamental. Si experimenta síntomas musculoesqueléticos que se repiten continuamente y que no curan de forma tradicional, podrían estar relacionados con una disfunción visceral. No dude en comunicarse con nosotros, nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años de buenos resultados en el tratamiento de las disfunciones viscerales.

Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

El cólico del lactante es un ataque doloroso que padecen aproximadamente el 20% de los bebés menores de 4 meses. Suelen comenzar en el primer mes de vida y los síntomas tienen un pico durante el segundo mes. Está caracterizado por retortijones, sudores, ansiedad y un llanto inconsolable. Los padres viven estos momentos con angustia al no saber qué hacer para poder ayudar a su hijo.

Hablamos de cólico del lactante cuando el llanto cumple la «regla del 3»:

  • Llanto que dura más de 3 horas al día.
  • Más de 3 días a la semana.
  • Y que persiste más de 3 semanas.

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Los síntomas de los cólicos suelen remitir pasado el primer trimestre de vida.

Factores que favorecen la aparición de los cólicos

  • Alergia a las proteínas de la leche.
  • Intolerancia a la lactosa.
  • Inmadurez de aparato digestivo.
  • Irritación del nervio vago(par craneal X).
  • Madres fumadoras o con mucha ansiedad.

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  • Mala alimentación de la madre durante la lactancia.
  • Alteraciones en la flora intestinal.
  • Altas dosis de vitaminas.
  • Antecedentes familiares.

Las consecuencias más comunes a medio-largo plazo son el trastorno del sueño(tanto del niño como de sus padres) y la alteración del comportamiento del niño, disminuyendo la interacción con el resto de niños e incluso con sus padres.

Tratamiento

Respecto al tratamiento, las técnicas de fisioterapia y osteopatía serán suaves y se van a centrar en calmar los puntos de tensión del bebé. Durante el tratamiento, es bueno tener respuestas por parte del bebe tales como sonrisa, canto, miradas fijas, manos y dedos relajados. Las principales zonas a tratar son:

  • Craneo: la cabeza del bebé es sometida a muchas tensiones durante el parto, la salida del nervio vago es una zona clave a tener en cuenta por su relación con el sistema digestivo.

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  • Diafragma: el tratamiento de esta zona ayudará a una mejor digestión, liberará de tensiones al estómago y permitirá una mejor expulsión de los gases.

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  • Estómago-Intestinos: mediante técnicas viscerales concretas ayudaremos al correcto funcionamiento gastro-intestinal.

Necesitaremos aproximadamente 3-5 sesiones de 35-45min para que el bebé vuelva a sonreír y no se vuelvan a producir los cólicos.

En Fisioterapia Goya contamos con varias fisioterapeutas expertas en el tratamiento del Trastorno Digestivo del lactante –además de experimentadas madres-. No dudéis en visitarnos o contactarnos si se presenta alguno de estos problemas en vuestros pequeños.

Una de las preguntas habituales en consulta es cómo proceder cuando tenéis una rotura de fibras muscular.

Lo primero es saber que cuando tenemos una rotura de fibras en el gemelo (elegimos este músculo como ejemplo por ser uno de los más habituales) se produce el signo de la pedrada -por el cual tenemos la sensación de que nos hayan lanzado una piedra contra la pierna- y acto seguido nos sentimos con incapacidad para andar bien, se produce dolor, cojeo y la necesidad de reposo.

Hay diferentes grados de rotura fibrilar en el gemelo, os las definimos:

  • Grado 1: es muy leve ya que afecta a pocas fibras y vamos a necesitar entre 1-2 semanas para la recuperación completa.
  • Grado 2: es la más habitual, produce mayor dolor debido a que está afectado en mayor medida el músculo y el hematoma es mayor. La curación se produce de forma completa entre la 3ª y 4ª semana.
  • Grado 3: es la peor de todas, hay una rotura completa de fibras musculares y la cicatriz resultante va a generar un tiempo de recuperación necesaria de entre 6-9 semanas.

¿Qué hacer cuando se produce una rotura de fibras?


Vamos a dividir por tiempos lo que creemos que es la evolución ideal en el tratamiento de una rotura de fibras.

Día 1º al 5º: lo normal es que el traumatólogo o el fisioterapeuta evalúe el grado de rotura que tienes mediante una buena anamnesis o inspección. El protocolo habitual a seguir será el siguiente:

  • Reposo relativo los dos primeros días sin forzar el músculo que ha roto fibras, usamos hielo en la zona como medida antiinflamatoria y antiálgica.
  • Dejaremos la pierna en alto cuando descansemos para que drene mejor.
  • Si nos visitas en consulta, podremos usar vendaje compresivo o kinesiotape según el caso, drenaje linfático manual, masaje circulatorio, y aconsejaremos el uso de muletas durante unos días si la rotura produce mucho cojeo en la marcha.

Día 5º al 15: en esta fase es muy importante el tratamiento fisioterápico y
solemos usar las siguientes técnicas:

  • Radiofrecuencia para la regeneración de los tejidos, estimulando la síntesis de colágeno.
  • Terapia manual para la correcta alineación de las fibras en la cicatriz.
  • Estiramientos de la cadena muscular posterior, movimiento articular,

ejercicios isométricos y excéntricos, reeducación de la marcha.

Día 15º en adelante: nos centraremos en el fortalecimiento y la propiocepción usando ejercicio terapéutico de todos los tipos. Es importante seguir con tratamiento circulatorio de la zona. En deportistas ansiosos hay que saber controlar el regreso a la actividad y los esfuerzos, ya que siempre es posible una recaída si no somos prudentes. Sobre todo en deportes en los cuales se produzcan aceleraciones importantes, como son el fútbol o el pádel.

Además, es conveniente recordar que la cicatrización total de una rotura de fibras varía entre los 20 días en las de grado 1 y los 90 días en las de grado 3. Aunque tengamos buenas sensaciones, recuerda que los tejidos necesitan sus tiempos de recuperación.


¿Por qué y cuándo se producen las roturas de fibras?


La mayoría de roturas fibrilares se producen en la actividad deportiva por:

  • Problemas de deshidratación debido a mala alimentación, falta de descanso y stress.
  • Por fatiga muscular al final del partido.
  • Por sobreesfuerzos al principio del partido cuando no hemos hecho un buen calentamiento.

Las roturas de fibras más habituales son en: gemelos, isquiotibiales, sóleo, cuádriceps, abdominales, psoas, abductores, pectoral, intercostales…


Causa Visceral de las Roturas de Fibras de repetición


Hay veces en las que nos encontramos con pacientes que sufren de forma continua y repetida roturas de fibras en el mismo músculo. En estos casos, además de tratar el problema de la rotura es importante analizar si existe una disfunción visceral que, por compresión de raíces nerviosas de la columna o paquetes vasculares, pueda originar una mala inervación y vascularización en estas fibras musculares.

Esto nos llevaría a un problema de repetición de roturas fibrilares.

Las relaciones más habituales son:

Rotura de fibras de gemelos y Tendinitis Aquiles– Disfunciones de la Vejiga

Rotura de fibras de isquiotibiales pierna izquierda y Tendinitis Cintilla Iliotibial Izquierda – Disfunciones del Riñón

Rotura de fibras de isquiotibiales pierna derecha y Tendinitis Cintilla Iliotibial Derecha(Rodilla del corredor)– Disfunciones del Intestino Delgado

Rotura de fibras abdominales y del psoas izquierdo – Disfunción de Colon Irritable

En Fisioterapia Goya llevamos más de 10 años de resultados eficaces en el tratamiento de las roturas de fibras musculares. Nuestro equipo de fisioterapeutas especialistas en Fisioterapia Deportiva y Osteopatía estarán encantados de atenderte y guiarte para que puedas volver a practicar deporte lo antes posible.

Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin


¿Qué es una Protusión Discal?

El disco intervertebral es una estructura que se encuentra entre vértebra y vértebra. Consiste en un anillo fibroso que protege una sustancia gelatinosa que es el núcleo pulposo. Su función es amortiguar los impactos que puede tener la columna en el día a día.

Protusión Discal - Anillo, Núcleo y Placa
Cuando las fibras del anillo comienzan a deteriorarse, dejan de contener correctamente al núcleo pulposo y se produce un abombamiento en el disco. Esto se llama protusión discal. El disco se encuentra debilitado, por lo que aumentan las posibilidades de que esa protusión se transforme en una futura hernia.

(más…)

La sacroileítis es una lesión que vemos diariamente en consulta y que afecta a la articulación sacroilíaca, ubicada en la parte baja de la espalda y que conecta la columna vertebral-a través del sacro- con los huesos ilíacos que forman parte de la pelvis.

Cabe destacar que tenemos 2 articulaciones sacroilíacas y que suele lesionarse solo una. En el caso de que se lesionen las dos, un lado va a doler más que el otro. A continuación exploraremos los síntomas, causas biomecánicas y viscerales, test y tratamientos con fisioterapia, osteopatía y ejercicio terapéutico para la sacroileitis.


Causas de la Sacroileítis


Habitualmente es una lesión que aparece durante o después de etapas prolongadas de stress físico y emocional, el paciente suele presentar:

Sobrecarga o inflamación en los ligamentos y tejido blando de la articulación sacroilíaca debido a actividades repetitivas, como levantar objetos pesados o practicar deportes de impacto.

Desalineación de la pelvis, que puede deberse a malas posturas continuas, desequilibrio y debilidad muscular o lesiones previas en la zona lumbar.

– Las sacroileítis pueden aparecer después de haber trasladado cajas en una mudanza, también en embarazadas debido al sobrepeso, o por ejemplo después de hacer deporte si previamente ya teníamos rigidez en la espalda.

Cicatrices que se han complicado en una cesárea, laparoscopias de ovarios, apendicitis pueden causar también una sacroileítis.

Hernias discales o compresión de las raíces nerviosas S1-S2 que a veces pueden ocurrir después de una caída de culo fuerte.


Causas viscerales de la Sacroileítis


Cuando las causas biomecánicas que hemos mencionado anteriormente son tratadas de forma completa por uno de nuestros fisioterapeutas y el paciente sigue sin mejorar, es importante recordar que podemos tener una causa visceral de fondo. Esto no significa que uno de nuestros órganos haya enfermado, sino que probablemente lleven trabajando un tiempo molestos por nuestras malas costumbres alimentarias o por etapas de stress. Habitualmente los dolores referidos por las vísceras tienen un horario más concreto de dolor y a veces aumentan por la noche. La asociación que existe es la siguiente:

Sacroileítis derecha: posible disfunción benigna de intestino delgado, próstata, útero debido a los ligamentos sacrouterinos, ovarios.

Sacroileítis izquierda: posible colon irritable, disfunción del riñón tras una etapa prolongada de stress o angustia, útero debido a los ligamentos sacrouterinos, ovarios.

Hacemos un inciso para comentar que en algunos casos -muy pocos- una sacroileítis bilateral puede ser consecuencia de una Espondilitis Anquilosante, que es una enfermedad inflamatoria que genera fusiones óseas en columna y pelvis.


Síntomas comunes


Cuando el paciente llega a consulta está molesto y deseando que le solucionemos su
dolor. Suele referir muchos de los siguientes síntomas:

Dolor en la parte baja de la espalda, pero ligeramente desviados hacia la derecha o hacia la izquierda(en las articulaciones sacroilíacas), que puede irradiarse hacia las caderas, glúteos e incluso hacia las piernas.

Rigidez en la zona lumbar baja.

Dificultad para estar de pie quieto o sentado durante períodos prolongados.

Sensación de bloqueo en la zona afectada, les cuesta andar erguidos.

Dolor al levantarse después de estar sentado o acostado un tiempo prolongado.

Dolor al darse la vuelta en la cama.

– Suele mejorar cuando calentamos y llevamos andando un tiempo. Empeora en reposo y por las noches si es de motivo visceral.


Test para la Sacroileítis


– En principio con una buena anamnesis es fácil saber si nuestro paciente tiene sacroileítis, pero también tenemos muchos test para diagnosticarla, os nombramos dos de ellos:

  • Test de Gaenslen, que implican aplicar presión sobre la zona afectada para reproducir el dolor.
  • Test del 4 para asegurarnos que una de las articulaciones sacroilíacas o las 2 estén inflamadas.

En algunos casos más graves se hace resonancia magnética.


Tratamiento


El tratamiento va a tener varios enfoques. Uno antiinflamatorio, otro de mejora del movimiento articular de varias zonas del cuerpo, y otro de reequilibración de la pelvis gracias al fortalecimiento muscular. Si vemos un componente visceral, también lo trabajaremos. Usaremos las siguientes técnicas:

Terapia manual para mejorar la movilidad articular y reducir la tensión muscular en la zona afectada.

Osteopatía estructual en lumbares altas y bajas, trabajo del diafragma y de los musculos psoas, piramidal, glúteos y pelvitrocantéreos.

Ejercicios de estabilización lumbo-pélvica para fortalecer los músculos del CORE y mejorar la alineación de la pelvis.

Radiofrecuencia en todos los ligamentos y tejidos blandos de la zona sacroiliaca como medida antiinflamatoria y regenerativa.

Osteopatía visceral según los síntomas presentados.

Además es posible que orientemos al paciente para que realice en casa diferentes ejercicios a diario:

– Ejercicios de estiramiento para los músculos que generan dolor en la espalda baja, como el estiramiento del piramidal, del glúteo mayor y del psoas.

– Ejercicios de fortalecimiento para los músculos abdominales y lumbares, como el puente o la plancha.

– Ejercicios de movilidad para mejorar la flexibilidad de la columna lumbar y la articulación sacroilíaca, como la rotación pélvica.

En conclusión, la sacroileítis es una inflamación que puede tener múltiples causas y manifestaciones. Con un enfoque integral que incluya diagnóstico preciso, tratamiento fisioterapéutico y osteopático adecuado y ejercicios personalizados, es posible mejorar los síntomas y recuperar la funcionalidad de la zona lumbo-pélvica.

Siempre es importante consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier programa de ejercicios o tratamiento para la sacroileítis. En Fisioterapia Goya llevamos años de buenos resultados en el tratamiento de esta lesión.

No te la juegues y acude a profesionales con años de experiencia. No dudes en venir a visitarnos si quieres conocer más sobre la sacroileítis, nuestros fisioterapeutas especialistas conseguirán ayudarte a mejorar tu calidad de vida.

Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.

¡Gracias por leernos!

Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

Los mareos y vértigos son síntomas que pueden afectar radicalmente nuestra calidad de vida, generando una sensación muy traumática de inestabilidad, ganas de vomitar y descontrol de nuestro cuerpo. Pero ¿se pueden tratar el mareo cervical y los vértigos con fisioterapia? La fisioterapia vestibular emerge como una herramienta efectiva en el abordaje de estos trastornos, ofreciendo un enfoque integral que combina técnicas de evaluación, tratamiento y educación del paciente.


Tipos de Mareo y Vértigo: Causas y Tratamientos


Existen varios tipos de mareo y vértigo, cada uno con sus propias causas y enfoques de tratamiento específicos. En esta lista, os los definimos y os contamos qué sucede y cómo tratar cada uno de ellos.

Os los situamos en orden de frecuencia de los casos que vemos en consulta:

  • Mareos cervicales por ansiedad o estrés: es la causa más habitual de consulta junto con los VPPB(que veremos en el numero 2 de la lista). Habitualmente estos mareos se producen por situaciones mantenidas en el tiempo de estrés emocional o laboral. Esto provoca una disfunción vertebral de C0 (occipucio), C1 (atlas) y C2 (axis) que compromete a las arterias vertebrales y al Ganglio Cervical superior e inferior, generando stress arterial y provocando una alteración en el sistema nervioso vegetativo que nos acabarán generando los mareos. El paciente se siente inestable, mareado y con sensación de estar un poco fuera de sí. La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la recuperación de estos síntomas, mediante técnicas especializadas de fisioterapia y osteopatía en: cervicales altas (C0-C1-C2), primera costilla y charnela cervicodorsal, base occipital y nuca, zona temporomandibular, diafragma y Sistema Nervioso Autónomo.
  • Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): esto ya sí es un vértigo como tal, no solamente un mareo. Y se caracteriza por episodios breves pero muy intensos que suelen durar un máximo de entre 30 segundos-1 minuto cuando se producen. Se desencadenan por cambios en la posición de la cabeza, pues el vértigo se produce al mirar hacia un lado. La sensación es de ilusión rotatoria en la que todo nos da vueltas, perdemos el control total de nuestra posición y nos dan ganas de vomitar. Cabe decir que es una de las sensaciones más horrorosas que se pueden experimentar en esta vida (os lo dice un servidor que los sufrió varias veces en una etapa de mucho stress de su vida). Va asociado a la presencia de otolitos (microcristales) que se han desplazado en el oído interno. Y también suele estar presente todo lo anteriormente anunciado en los mareos cervicales: rigidez en la zona cervical alta y nuca. El único consuelo en este caso es que, por muy desagradables que sean, son vértigos benignos y se curan con una maniobra. El tratamiento principal para el VPPB incluye:
    – En primer lugar: maniobra de reposicionamiento canalicular- llamada Maniobra de Epley– que puede ser realizadas por un otorrino o fisioterapeuta especialista. Se hace para reposicionar los otolitos desplazados en el oído interno, aliviando así los síntomas de vértigo.
    – Tras dominar la crisis de vértigo y ya en sesiones posteriores, el fisioterapeuta se centrará en el tratamiento de la zona cervical, nucal y temporomandibular.
    – Siempre os decimos que tras una crisis de VPPB es normal que los siguientes 2 meses sintáis miedo a que se repita la situación y es normal sentirse un poco mareado en algunos momentos(por ejemplo en la ducha, al mirarse en el espejo, tras hacer ejercicio o simplemente al recordar el episodio de vértigo que tuvimos en el pasado…). Es clave que el tratamiento de las zonas anteriormente indicadas se realice de forma semanal hasta que el paciente se sienta más seguro y olvide la crisis de vértigo. La maniobra de Epley se puede repetir durante esos tratamientos semanales. La clave es aliviar la zona cervical alta con el objetivo de que no vuelva a suceder el vértigo.
  • Vértigo vestibular periférico: es el caso más delicado de esta lista. Se produce cuando hay un problema en el sistema vestibular periférico, que incluye el oído interno y el nervio vestibular. Las causas pueden variar desde infecciones del oído interno hasta lesiones traumáticas. En este caso, será necesario el uso de medicamentos indicados por su otorrino. Más adelante, la fisioterapia se centrará en lo mencionado en los puntos anteriores y sobre todo en ejercicios de habituación y rehabilitación vestibular para reducir los síntomas de vértigo.
Tratamiento del mareo cervical y los vértigos en Fisioterapia Goya

En conclusión, la fisioterapia vestibular desempeña un papel fundamental en el tratamiento de mareos cervicales y vértigos, que aborda tanto los síntomas agudos como las causas subyacentes de estos trastornos para que no vuelvan a producirse. Con un trabajo multidisciplinar y especializado, en Fisioterapia Goya ayudamos a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren mareos y vértigos.

No te la juegues y acude a profesionales con años de experiencia. No dudes en venir a visitarnos si necesitas tratar el mareo cervical y los vértigos con fisioterapia, nuestros especialistas conseguirán ayudarte a mejorar tu calidad de vida!

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

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