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El intestino grueso o colon es el último órgano del sistema digestivo y está dividido en 4 partes: colon ascendente, colon transverso, colon descendente y colon sigmoides. Tiene forma de tubo, su longitud total es de 1,5 metros y su interior hueco tiene un diámetro de 6,5 cm. Se conecta con el intestino delgado por un extremo y con el ano por el otro lado.


Función del Colon


La función del intestino grueso se divide en:

– Almacenar los residuos que provienen del intestino delgado y extraer agua y sales minerales- como el magnesio y el sodio- para llevarlos al organismo.

– En el colon se forman las heces fecales -que son la mezcla de residuos con mucosa y bacterias de flora intestinal- que posteriormente se almacenan en el recto para ser expulsadas por el ano.


Causas del Colon Irritable


El colon irritable es una de las patologías más diagnosticadas a nivel visceral. Después de años de investigación médica, se ha llegado a la conclusión de que el factor emocional es uno de los principales para que se instale esta disfunción visceral.

Es un órgano que se ve afectado sobre todo en personas que se sienten prisioneras de dar siempre una buena imagen a los demás, que no saben decir que no y que necesitan a toda costa sentirse valoradas por las personas y sociedad que le rodea. Cuando una persona tiene colon irritable, suele sumarse una causa más: la alimentaria. Hablamos de pacientes que se dejan llevar por un consumo excesivo de ultra procesados, azúcares, alcohol y lácteos. Además, no beben apenas agua, no toman mucha verdura y suelen tener falta de magnesio.


Síntomas del Colon Irritable


Los signos que se presentan son los siguientes:

– Diarreas ante cualquier momento de stress, ya sea una reunión importante, antes de un examen o una cita. Posteriormente, el paciente experimentará estreñimiento para volver a alternar con diarrea.
– Gases, hinchazón y dolor de vientre bajo.
– Pérdida de peso y posible anemia.
– En mujeres, reglas irregulares y dolorosas. Habitualmente el ovario izquierdo, debido a la proximidad al colon sigmoides y por influencia del sistema parasimpático sacro, no trabajará como debe y generará estos problemas tan habituales.
– Como método diagnóstico terapéutico, vamos a palpar la fosa iliaca izquierda que es la correspondiente al colon descendente(también está cerca el ovario izquierdo). Esta zona presentará un espasmo y provocará un dolor punzante a la palpación profunda. Eso es signo de un colon inflamado.


Dolores musculo articulares referidos de la disfunción de Colon o Intestino Grueso


La inflamación mantenida del colon traerá consecuencias en la zona lumbar de nuestra espalda. El espasmo del colon descendente va a provocar bloqueo lumbar en las vértebras L1 y L2, lo cual crea inestabilidad de la zona lumbar baja L4-L5-S1. Si este cuadro se sostiene en el tiempo, pueden suceder los siguientes problemas músculo articulares:

1. Lumbalgias y posible ciática en la pierna izquierda.
2. Inflamación del psoas izquierdo y el consecuente dolor en ingle izquierda. Hay que recordar que el psoas se ancla en lumbares y sacro, y de ahí va a insertarse en la cara interna del fémur.
3. Sacroileítis izquierda.


Fisioterapia y Osteopatía en las disfunciones de Colon Irritable


Al igual que os contamos en el post de Intestino Delgado: el órgano enfermo de las personas preocupadas, el intestino grueso -inflamado por las causas anteriormente mencionadas- tiende a magnificar sus síntomas cuando la persona come mal y no hace ejercicio. Por lo tanto, lo primero será seguir una dieta saludable para el Síndrome de Colon irritable y comenzar a hacer ejercicio semanal. Las técnicas que usamos en consulta abarcarán :

– Osteopatía visceral de hígado, estómago, intestino delgado y colon.
– Osteopatía estructural para la sacroileítis y para el bloqueo vertebral D12-L1-L2.
– Fisioterapia para el psoas, glúteos, diafragma, piramidales, isquiotibiales.
– Trabajo cráneo sacro para tratar la inervación del Colon, sobre todo del sistema nervioso parasimpático sacro.
– Ejercicio terapéutico en consulta, ya que el paciente suele estar decaído al principio como para hacerlo solo en casa. Posteriormente, lo ideal es que haga ejercicio por su cuenta y se aficione de verdad a algún deporte que le haga disfrutar y olvidarse de todo durante unas horas.

Pese al origen emocional de este síndrome, la fisioterapia y la osteopatía son tratamientos clave para ayudar a recuperar todos los dolores referidos que provoca un colon en disfunción. Si sospechas que padeces alguno de ellos, recuerda que en Fisioterapia Goya nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años de efectividad en el tratamiento de las disfunciones de intestinos.

Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

Hoy os queremos hablar sobre un órgano que pasa desapercibido habitualmente, pero que al entrar en disfunción genera síntomas que muchas personas desconocen.

Los alimentos realizan un viaje de aproximadamente 9 metros en total durante la digestión. Por orden: la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Sólo el intestino delgado mide 6 metros, es el órgano de mayor longitud de nuestro cuerpo.

Se divide en 3 partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon. El duodeno se une al estómago – mediante el píloro- y el íleon se conecta al intestino grueso (también llamado colon) mediante la válvula ileocecal. Es importante destacar que todas las partes del intestino delgado tienen musculatura lisa y que debido a esto su contracción será involuntaria: el llamado peristaltismo, en parte inducido por la bilis que le mandan hígado, vesícula y pancreas en forma de jugos ácidos.


Funciones del Intestino Delgado


Las funciones del intestino delgado son muy claras e importantes:

– En su interior se produce la digestión final de los alimentos que han pasado por el estómago, estos productos de desecho pasarán al intestino grueso o colon, para acabar donde ya sabéis.

– Realiza la absorción de los nutrientes, minerales y agua, que se incorporarán al torrente sanguíneo. Esta acción nos habla de lo importante que es el intestino delgado para la salud y calidad de nuestros tejidos y órganos.


Causas de la disfunción del Intestino Delgado


El intestino delgado es un órgano que empieza a entrar en disfunción cuando nos alimentamos mal y es especialmente sensible al exceso de azúcar, arroz blanco, cereales, harinas, embutidos o alcohol.

A nivel emocional, el stress le afecta al igual que a otras vísceras que os hemos descrito en diferentes artículos de nuestro blog. Pero al intestino delgado las emociones que más le afectan son la ansiedad y la preocupación. Se inflamará especialmente en aquellas personas preocuponas, nerviosas y que no dejan de analizarlo todo, incluído su propio comportamiento y el de los demás hacia ellos.

Como dato curioso, el intestino suele dar dolor abdominal intenso cuando una persona ha pasado por una situación de trauma o stress muy fuerte: experiencias cercanas a la muerte, muerte o enfermedad traumática de algún familiar cercano, ruina económica o un divorcio inesperado. En estas situaciones, el cuerpo cierra sus esfínteres y nos encontramos sobre todo el Esfinter de Oddi y la Valvula ileocecal afectados. En concreto el Esfinter de Oddi es el esfínter por excelencia de nuestro cuerpo, ya que confluye todo lo que viene de estómago, páncreas y hígado. Si este se cierra, se obstruye el flujo de la bilis y los jugos pancreáticos, llegando a producir dolores abdominales parecidos a un cólico. Si con nuestro tratamiento conseguimos relajar este esfínter, todos los demás comenzaran a funcionar de forma correcta.


Síntomas del Intestino Delgado


Algunos signos son compartidos con otras vísceras, pero los síntomas más diferenciadores del intestino delgado son:

– Gases, debido a una mala digestión de los hidratos de carbono.

– Diarrea o Estreñimiento, síntomas del tipo colon irritable.

– Hinchazón tras las comidas: sobre todo en pacientes que padecen SIBO, por inflamación de las asas intestinales.

– Acné.

– Rojeces en la cara y sobre todo en la frente.

– Ganas de dormir después de haber comido, aunque sea poca cantidad. Esto es un signo de disfunción hepática también, hay que recordar que son órganos con mucha relación.

– Bruxismo, provocado por el estado de stress, ansiedad, preocupación y dar vueltas a los problemas.

– El duodeno, que es la primera parte del intestino delgado, suele producir un dolor referido a la boca del estómago, que muchas veces se acompaña de nauseas. Estas sólo desaparecen cuando comemos algo, y reaparecen tras hacer la digestión.


Dolores musculo articulares referidos de la disfunción de Intestino Delgado


La inflamación mantenida del intestino delgado va a provocar dos problemas marcados en nuestro sistema musculoarticular. Primero, generará una hipertonía de toda la musculatura rotadora externa de nuestra pierna derecha, lo que provocará una apertura de nuestro hueso ilíaco derecho. Esto provocará:

1. Dolor del Psoas derecho, que generará molestias en la ingle derecha.
2. Sacroileítis derecha
3. Síndrome del Piramidal Derecho
4. Rodilla del Corredor o tendinopatía de la cintilla iliotibial

En segundo lugar, un intestino inflamado va a generar bloqueo de las vértebras en la zona dorsolumbar e inestabilidad en la zona vertebral L4-L5-S1, provocando con el paso del tiempo:

5. Lumbalgias, con posible ciática a la pierna derecha.
6. Roturas fibrilares de repetición en los isquiotibiales de la pierna derecha.
7. Condromalacia rotuliana


Fisioterapia y Osteopatía en las disfunciones de Intestino Delgado


El paciente habitual de intestino delgado nunca va a venir a consulta diciéndonos que tiene un problema en un órgano. Vendrá con algunas de las lesiones y síntomas anteriormente citados. Además, suele ser una persona preocupada, nerviosa y algo hipocondríaca, que tiende a manifestar en la piel algunos de sus problemas viscerales.

Antes de centrarnos en nuestro tratamiento, es muy importante hacerle ver a este paciente que debe conseguir una rutina de actividades de ocio y deporte que le hagan desconectar y resetear una o varias veces a la semana. En lo referido al campo que nos ocupa, el tratamiento se centrará en:

– Osteopatía estructural de la zona sacroilíaca y de la zona dorsolumbar y del peroné derecho. Además, habrá que testar toda la zona dorsal de columna relacionada con dolores referidos de otras vísceras.
– Fisioterapia del psoas, piramidal, glúteos, isquiotibiales, tensor de la fascia Lata y tibial posterior.
– Osteopatía craneal relacionada con el agujero rasgado posterior y el Nervio Vago, ya que parte del intestino delgado está inervado por él.
– Osteopatía visceral y estructural de los órganos relacionados con el intestino delgado: hígado y vesícula, estómago y colon.

Si llegas al final de este post y has descubierto que tus dolores tienen mucha relación con lo que has leído, no dudes contactarnos. En Fisioterapia Goya llevamos años de buenos resultados en los dolores referidos sistema digestivo e Intestino delgado. Un@ de nuestr@s fisioterapeutas osteópatas especialistas estará encantad@ de ayudarte y guiarte.

Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

La vesícula biliar es un órgano pequeño -de unos 6 cm-con forma de perilla, que se aloja en la esquina superior derecha de nuestra zona abdominal, justo debajo de nuestro hígado. Además, se conecta con el duodeno (intestino delgado) mediante un conducto llamado colédoco a través del Esfinter de Oddi, un músculo con forma de anillo ubicado debajo del estómago.


La función de la vesícula biliar es:


– Almacenar el exceso de bilis.
– Liberarla al intestino delgado para eliminar las sustancias de desecho de nuestro organismo durante la digestión.

Hay que recordar que la bilis se libera al intestino delgado también mediante otras vías, lo cual provoca que la vesícula no sea un órgano indispensable para la vida, de ahí que en ocasiones haya que extirparla (colecistectomía), habitualmente por estar cargada de cálculos o piedras.


La bilis:


– Se produce en el hígado y es de color amarillento.
– Tiene como función principal la digestión de las grasas, descomponiéndolas en trozos más pequeños.
– Irrita de forma natural al intestino delgado para que se produzca el peristaltismo: contracciones en forma de ondas que llevan el quimo alimenticio hacia el intestino grueso.


Causas de disfunción de la Vesícula Biliar


– Una alimentación insana con exceso de grasas saturadas (embutidos, bollería industrial…), azúcares y alcohol.
– Stress y emociones vividas de forma introvertida: stress excesivo unidos a emociones como la frustración, el miedo a una situación de nuestra vida, la amargura o el rencor pueden afectar de forma directa a nuestra vesícula. Las personas introvertidas que tienden a implosionar, perfeccionistas y con mala aceptación de las críticas, son el target de las disfunciones de vesícula biliar.


Síntomas de una disfunción de Vesícula


Y, ¿qué signos suelen producirse en nuestro organismo que nos hagan sospechar que la disfunción de vesícula es la culpable? Los siguientes son los más frecuentes:

Estreñimiento, por falta de peristaltismo del intestino delgado -una de las funciones principales de la bilis-.

Digestiones lentas: la llamada dispepsia funcional, el paciente se siente hinchado e inflado(con exceso de gases) horas después de haber comido. La causa es una deficiente liberación de secreciones de bilis durante la digestión.

Piedras o cálculos biliares: al formarse estos cálculos, pueden obstruir las vías biliares generando un cólico de vesícula -habitualmente de madrugada, varias horas después de haber cenado-, que de complicarse podrían afectar a nuestro páncreas.

Nauseas y vómito: nauseas matutinas, relacionadas con olores o sabores que nos afectan de forma excesiva, llevándonos al vómito. También ante una alteración emocional -buena o mala- se pueden producir nauseas repentinas y vómito.

Irritación ocular y tono amarillento de la piel: debido a la acumulación de bilirrubina en el torrente sanguíneo.

Heces blancas: por la falta de bilis.


Dolores referidos de la disfunción de vesícula


En nuestro post ¿Cómo saber si el dolor muscular es de origen visceral? os explicamos cómo el trabajo excesivo de un órgano puede llegar a generar dolores referidos en nuestro sistema musculoesquelético. La primera relación entre un mal funcionamiento de una víscera y el dolor en músculos o articulaciones suele ser la coincidencia entre los nervios que inervan la víscera y la zona del canal medular de la columna donde se originan. La inervación parasimpática de la vesícula biliar corresponde a fibras del Nervio Vago o Neumogástrico-con salida por el agujero rasgado posterior, situado en nuestro cráneo en la zona occipital. Y la inervación simpática de la vesícula se corresponde con el plexo celíaco a nivel de T8-T9. Los dolores referidos de una disfunción de vesícula biliar pueden ser uno o varios de los siguientes:

1. Bloqueo vertebral T4-T9, suele verse una zona rectificada(plana) en la zona media de la espalda, con hipersensibilidad de las apófisis espinosas de las vertebras T8-T9.

2. Este bloqueo dorsal, provocará inestabilidad en las vertebras cervicales C5-C6 C7, causando tortícolis y tensión continua en los músculos trapecios.

3. A su vez, la inestabilidad cervical y la inserción de los trapecios puede generar dolores en la nuca, muchas veces con mareos cervicales.

4. Dolor de cabeza, también acompañados de mareos e inestabilidad, causado por los puntos 1 y 2.

5. Los puntos 1 y 2 suelen provocar también inestabilidad y tendinopatías del hombro.

6. Epicondilitis, por afectación de las raíces nerviosas cervicales mencionadas en el punto 2, que tienen relación con el brazo y antebrazo. La epicondilitis puede ocurrir en cualquiera de los dos codos, incluso en ambos de manera simultánea.


Fisioterapia y Osteopatía en las disfunciones de Vesícula Biliar


Como os hemos dicho en post anteriores sobre otras vísceras, como las del estómago o el hígado, los pacientes no llegan a consulta sabiendo que tienen una disfunción de vesícula. Habitualmente encontramos un paciente con un alto nivel de stress, de carácter introvertido y con alguna situación muy compleja de resolver a nivel laboral o personal. Y suele presentar varios de los dolores y signos que comentamos en los párrafos anteriores. En nuestro tratamiento, le ayudaremos a resolver su problema de la forma más efectiva posible con las siguientes técnicas de fisioterapia y osteopatía:

– Desbloqueo del conjunto vertebral torácico T7 a T9.

– Osteopatía visceral relacionada con la vesícula y también de hígado y duodeno, donde usaremos técnicas propias de cada víscera.

– Osteopatía craneal relacionada con la salida de fibras del Nervio Vago, encargado de parte de la inervación parasimpática de la vesícula.

– Trabajo del músculo diafragma y del plexo solar o celíaco, que influye directamente con fibras nerviosas de la vesícula.

– Fisioterapia y osteopatía estructural de la zona cervical, relacionado con dolores en la zona occipital y también con los dolores del hombro.

– Trabajo de toda la musculatura y fascias que causan las tendinopatías del hombro.

– Trabajo fisioterápico y osteopático relacionado con las cefaleas.

Si has recibido muchos tratamientos que no funcionan y te ves reflejado en este artículo, recuerda que en Fisioterapia Goya somos especialistas en el tratamiento de los dolores referidos de las disfunciones de vesícula y que llevamos más de 10 años mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes. Encantados de ayudarte!

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

Cómo ya sabemos y explicamos en el artículo Rectificación Cervical, la región cervical es motivo constante de consulta. Muchos pacientes acuden a nosotros con sintomatología de dolor local, muscular, limitación al movimiento, mareos y/o vértigos, cefaleas, acúfenos… en ocasiones adjuntan una prueba diagnóstica por imagen (ya sea radiografía o resonancia magnética) diagnosticándoles de rectificación cervical.

En la mayoría de los casos se produce a consecuencia de un accidente de tráfico, donde las cervicales pasan por varias fases (hiperextensión, hiperflexión y vuelta a la posición inicial) sufriendo un estrés mecánico por la violencia de los movimientos durante el traumatismo. 

Asimismo, debido al ritmo de vida actual, el teletrabajo (empeorado por la COVID-19), uso de móvil o dispositivos electrónicos, adoptamos malas posturas favoreciendo la rectificación cervical por una posición mantenida en “flexión cervical” (movimiento que hacemos al mirar el móvil), por lo que es una patología muy frecuente en personas jóvenes y de mediana edad. (más…)

¿Has sentido alguna vez un dolor punzante en el pecho? Puedes estar sufriendo el llamado Síndrome de Tietze. Se trata de una costocondritis, es decir, la inflamación del cartílago que une las costillas con el esternón. Cursa con dolor en el pecho, que aumenta cuando nos tocamos, y que puede presentar hinchazón y eritema de la zona afectada. La incidencia es mayor en mujeres de entre 20 y 40 años. Se produce en la mayoría de los casos en periodos de mucho stress.

dolor punzante en el pecho

¿Cuáles son los Síntomas del Síndrome de Tietze?


Como os dijimos antes, lo más característico es un dolor en la zona pectoral, que el paciente sabe localizar muy bien con su dedo, pues le duele bastante cuando lo comprime.

Dolor unilateral en el pecho: con una incidencia mayor del lado izquierdo. Cuando el paciente, o nosotros en consulta, tocamos el punto doloroso, este siente como el dolor aumenta radicalmente. También experimenta un aumento de la molestia al: toser, estornudar, en respiraciones profundas, cuando rota su tronco hacia los lados o pone en tensión la musculatura pectoral.

Bulto o hinchazón en la zona dolorida: aunque no siempre aparece, en algunos pacientes con costocondritis se nota una especie de nódulo cuando palpamos el área sensible.

Eritema: a veces se produce cierta rojez de la piel en el lugar donde le duele al paciente, sinónimo de inflamación articular.


¿Qué causa el Síndrome de Tietze?


Actualmente a nivel sanitario las causas para este síndrome están declaradas como idiopáticas – o desconocidas-. Lo que sí que vemos es que son varios los factores de riesgo que pueden llevar a padecer el Síndrome de Tietze:

– Haber sufrido algún proceso infeccioso respiratorio.
– Un traumatismo previo de la zona afectada.
– Microtraumatismos en esas costillas, realizados de forma continua durante una actividad laboral o deportiva.
– Exceso de estiramientos de la zona pectoral.
– Stress continuado, que puede afectar a nuestro sistema autoinmune. En disfunciones viscerales de estómago encontramos habitualmente Síndrome de Tietze en las

costillas del lado izquierdo. En las disfunciones de hígado es más frecuente un Síndrome de Tietze en lado derecho.


Diagnóstico del Síndrome de Tietze


Cuando el paciente nota el dolor en su pecho, lo primero que hace es preguntarse si tiene un problema de corazón. ¿Es peligroso el Síndrome de Tietze? No lo es, pero, sin pretender asustar a nadie, hay que hacer siempre un buen diagnóstico diferencial, ya que la isquemia coronaria presenta síntomas que podrían confundirse con el inicio de un Síndrome de Tietze.

En caso de dudas, las pruebas que se usan para un buen diagnóstico médico del Síndrome de Tietze son la radiografía y la resonancia magnética.


Y, ¿cuánto dura el Síndrome de Tietze?


Decir un pronóstico exacto sería mentir. El mayor número de casos se resuelve en semanas o un par de meses, pero hay pacientes -habitualmente en etapas de stress incontrolado- que pueden llegar a padecerlo mucho más tiempo, hasta 6 10 meses. Lo ideal es hacer caso a los consejos que os damos a continuación.


Consejos y tratamiento del Síndrome de Tietze con fisioterapia y osteopatía


Lo primero a tener en cuenta es que, si no eres una persona que haya sufrido una infección respiratoria, hay muchas papeletas de que el Síndrome de Tietze se te presente como un problema más en una etapa en la que también tengas dolor de espalda, de cabeza y quizás tus digestiones y tu sueño no atraviesen tampoco su mejor momento.

De ahí que nuestro primer consejo es que cuides tu alimentación de forma exhaustiva durante un mes y que bajes tu ritmo acelerado de vida si es posible. El segundo consejo es que nos visites para que te ayudemos a mejorar tus síntomas. En Fisioterapia Goya, nuestro equipo de especialistas valorará tu lesión y aplicará el tratamiento específico para el Síndrome de Tietze, usando:

– Fisioterapia y radiofrecuencia para aliviar la zona lesionada.
– Osteopatía estructural y visceral enfocada sobre todo en hígado y estómago, relacionados con el Síndrome de Tietze.
– Desbloqueo de tu zona cervical, dorsal y de costillas que puede inducir a que se produzca la costocondritis.
– Reeducación Postural Global si fuera necesario.

En Fisioterapia Goya nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años tratando el Síndrome de Tietze, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

El hígado se encuentra situado en el flanco superior derecho de nuestro abdomen, justo por debajo del diafragma, músculo del que os hemos hablado en muchas ocasiones. Es el segundo órgano más grande de nuestro cuerpo, solo por detrás de la piel, y puede llegar a pesar hasta 1kg. Tiene muchas funciones, cerca de 500, entre las que destacamos las siguientes:

  • Produce la bilis: necesaria para la descomposición de las grasas en el intestino delgado. El hígado la produce a partir de la bilirrubina, sustancia que si no se eliminara nos pondría en tono amarillento la piel y ojos.
  • Metaboliza las grasas y los hidratos de carbono: convierte el exceso de glucosa en glucógeno y lo almacena para luego volver a convertirlo en glucosa y obtener energía.
  • Depura los medicamentos y tóxicos que podamos introducir en nuestro organismo: consigue que hagan el efecto deseado.
  • Produce el colesterol: que ayuda en el transporte de las grasas por nuestro cuerpo.
  • Es fundamental en el equilibrio de los niveles de glucosa de nuestro cuerpo y la produce en caso de ser necesario.
  • Participa en la respuesta inmune de nuestro organismo y contiene células que eliminan virus y bacterias.

Las causas de disfunción del hígado más habituales
serán:


  • Alimentación desequilibrada: un exceso de grasas trans, azúcares, café, carne procesada o alcohol afectarán a esta víscera y provocarán un efecto adverso también en el estómago.
  • Exceso de medicamentos hepatotóxicos: entre los que se encuentran los analgésicos y antiinflamatorios, de uso tan frecuente para muchos dolores.
  • Stress y emociones: el hígado es, por orden, la primera víscera que se ve directamente afectada por el ritmo de vida acelerado, el stress y la acumulación de tareas. Está científicamente probado que las emociones que más le afectan son: la frustración, el enfado, el rencor y el no saber adaptarse a nuevas situaciones. Las personas con un carácter enérgico, impulsivo, que necesitan experiencias nuevas continuamente y que tienden a caer en el descontrol (a veces llevado a la cólera y agresividad) están más predispuestas a tener disfunciones de hígado.

¿Cómo saber si nuestro hígado está afectando negativamente a nuestro organismo? Hay muchos síntomas que nos lo van a manifestar. En consulta es muy común ver pacientes que han llegado con otra lesión o patología diferente, pero que también tienen una disfunción de hígado y no lo sabían. Os describimos los signos habituales que suelen presentar:

  • Ictericia: es el signo más radical para saber que nuestro hígado está fallando. Nuestra piel y ojos se tornarían de color amarillento por culpa de un exceso de bilirrubina que nuestro hígado no está eliminando.
  • Piel grasa y con picores continuos.
  • Cansancio excesivo al levantarse por las mañanas de la cama.
  • Somnolencia excesiva después de haber comido.
  • En análisis médicos: colesterol y triglicéridos altos.
  • El paciente que tiene disfunción de hígado suele presentar también problemas de estómago, como el ardor, la sensación de boca amarga y la dispepsia.

Los dolores referidos musculo-articulares de una disfunción del hígado


Repetimos que el hígado es la primera víscera de nuestro organismo que se ve afectada por el stress y que estos dolores aparecerían sin existir traumatismos ni sobreuso de dichas zonas:

  1. La primera zona donde repercute es en la espalda en la zona dorsal, sobre todo en las vértebras torácicas T6-T9, por facilitación segmentaria debido a que de ese segmento medular tiene salida la inervación simpática del hígado.
  2. Es muy común que aparezca un dolor sordo constante en la zona interescapular derecha (el paciente suele tocar y comprimir mucho esa zona porque le alivia temporalmente) y punto gatillo en el músculo romboides.
  3. Hipermovilidad e inestabilidad en las vertebras cervicales: torticolis, cervicalgias, molestias en el músculo trapecio derecho, dolor suboccipital derecho (neuralgia de Arnold) que provoca dolor de cabeza o cefalea. La causa es lo nombrado en el punto 1.
  4. Si una disfunción de hígado se alarga en el tiempo, suelen aparecer tendinopatías del hombro derecho, que solemos ver en consulta muy habitualmente. Son lesiones del hombro que aparecen de la noche a la mañana y no tienen que ver con traumatismos ni mejoran con los tratamientos habituales. Son consecuencia de un posicionamiento anterior del hombro que sucede como consecuencia de los puntos 2 y 3 anteriormente mencionados.
  5. Síndrome de Tietze: que es un dolor del cartílago esternocostal a nivel de las costillas relacionadas con las vértebras T4-T7. Producido por el bloqueo mantenido de dichas vértebras, que comentábamos en el punto 1.
  6. Sólo a veces se produce una molestia en el costado derecho, recorriendo el borde final de las ultimas costillas y la zona del diafragma. Suele ir asociado a una muy mala alimentación y los médicos lo llaman “dolor de hígado” porque está situado justo en la zona hepática y de la vesícula. Este dolor mejora de forma radical si durante varias semanas nos alimentamos de manera muy sana, eliminando grasas saturadas y trans, alcohol y refinados. Además, en estos casos, realizamos algunas técnicas descongestivas del hígado en consulta.

Fisioterapia y Osteopatía para los dolores musculares referidos por una disfunción hepática


El paciente habitual que acude a nuestra consulta con una disfunción de hígado no viene con conocimiento de causa. Se queja habitualmente de dolor de espalda interescapular del lado derecho y tendinopatías del hombro derecho, y muchas veces padece dolores de cabeza. Los antiinflamatorios no le mejoran y tiene dolor nocturno de hombro y molestias de espalda en su día a día. Es un paciente que llega en una etapa de mucho stress. El tratamiento que usaremos abarcará técnicas de fisioterapia y osteopatía:

  • Desbloqueo del conjunto vertebral torácico T6 a T9.
  • Osteopatía visceral relacionada con el hígado y la vesícula, donde usaremos técnicas descongestivas hepáticas entre otras.
  • Osteopatía craneal relacionada con la salida de fibras del Nervio Vago, encargado de parte de la inervación parasimpática del hígado.
  • Trabajo del músculo diafragma y del plexo solar, que influye directamente con fibras nerviosas al hígado.ç
  • Fisioterapia de la zona cervical, relacionado con dolores en la zona occipital y también con los dolores del hombro derecho.- Trabajo de toda la musculatura y fascias que inducen a la anteposición del hombro derecho, provocando parte de las tendinopatías de hombro.

Recuerda que en Fisioterapia Goya somos especialistas en el tratamiento de los dolores referidos de las disfunciones hígado y que llevamos más de 10 años ayudando de forma efectiva a nuestros pacientes, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

El estómago -después de la boca- es el primer órgano del sistema digestivo encargado de procesar la comida que ingerimos. La almacena mezclándola con los jugos gástricos mientras se forma una papilla que avanzará hacia el intestino delgado, en el cual se realizan los procesos de absorción de los nutrientes. Es importante saber que al estomago le afecta directamente todo lo que suceda en nuestro hígado, encargado de metabolizar y eliminar las sustancias de desecho que entran en nuestro organismo.

Las causas de dolor de estómago más habituales son las siguientes:

Mala alimentación: aunque sea un órgano que está acostumbrado a un PH extremadamente ácido, el estómago siempre se verá afectado por un mal funcionamiento del hígado. Todo lo que mal influya al hígado, afectará directamente al estómago. Alcoholes, picantes, azucares y grasas saturadas en exceso, acabarán afectando negativamente a ambos órganos.

No masticar: la digestión se inicia en la boca. Si comemos con prisa y sin masticar bien los alimentos, el trabajo del estomago será mucho más complicado y generaremos.

Stress y ansiedad: el stress acidifica directamente el ph del estomago, esto puede cambiar la microbiota del mismo generando más microorganismo que nos perjudican y eliminando a los que nos protegen. Además es importante resaltar que los azúcares “alimentan” y fortalecen a los microorganismos dañinos de la microbiota.

Salud emocional: nuestro cuerpo se ve afectado directamente por las emociones. Este tipo de creencias -que provienen de la medicina oriental- cada día son más aceptadas por la medicina europea y americana debido a la evidencia. En este caso, se ha comprobado que el estómago es una víscera que se ve afectada sobre todo por el exceso de responsabilidad, ya sea económica, trabajo o estudios. Las persona con un carácter marcado por la obsesión con las reglas, que no sabe desconectar del trabajo y sus responsabilidades, está mucho más predispuesta a sufrir disfunción de estómago.

Cuando hemos caído en alguno de los malos hábitos anteriormente citados y pasamos meses o años de esa manera, el estómago suele entrar en disfunción y comenzamos a tener síntomas que nos recuerdan que algo no va bien en nuestro sistema digestivo. Los principales signos de la disfunción de estómago son los siguientes:

Acidez de estómago: cuando esto sucede, nuestro paciente sentirá su estomago hinchado de forma inmediata tras la ingesta de cualquier alimento, por pequeño que sea. El inicio de la acidez puede ser muy brusco y agudo al comienzo, lo que denominamos gastritis aguda.

Reflujo gastroesofágico (RGE): es la mezcla de ácidos y comida no digerida que nos sube de vuelta desde estómago al esógafo (tubo digestivo que conecta el estómago con la boca). El reflujo se suele presentar cuando nos tumbamos después de comer o cenar y está comprobado que de forma continuada durante años puede producir cáncer de esófago, por lo que es importante ponerle solución cuanto antes. Se presenta habitualmente cuando el paciente tiene hernia de hiato.

Hinchazón (alta o baja): la hinchazón en la zona epigástrica (la zona alta de la barriga) es producida por el estómago y sucede justo después de comer. La hinchazón en la zona del bajo vientre está relacionada con intestinos y se produce a las 2-3 horas de haber comido.

Hernia de hiato:  cuando padecemos una hernia de hiato (explicamos lo que sucede en otro de nuestros artículos) se reproducen síntomas como la acidez y el reflujo antes nombrados, que puede acabar afectando al esófago, a nuestra garganta e incluso a nuestras cuerdas vocales, produciéndose ronquera en algunos casos.

Ptosis de estómago: esto significa que el estómago desciende respecto a su posición habitual en el abdomen y traccionará a su vez del hígado, provocando alteraciones en la función hepática y digestiva. Se suele dar en personas con falta de tono abdominal y hipotonía del suelo pélvico. Los pacientes tipo son: hombres mayores, hombres muy altos y delgados, y personas que han experimentado un descenso de peso de forma muy rápida.

Tras haberos contado los síntomas principales del estómago, ahora os detallamos los dolores musculares que suelen acompañarlo (uno o varios a la vez). De forma habitual, una disfunción estomacal conllevará rigidez y bloqueo en las vértebras torácicas T5-T6 y estos bloqueos provocarán problemas a su vez en la zona cervical. Los dolores referidos del estómago suelen ser:

Rigidez torácica en la zona T5-T6: de este nivel medular sale la inervación simpática del estómago.

Rigidez cervical izquierda, Tortícolis y Punto Gatillo en músculo Trapecio izquierdo: La rigidez dorsal anteriormente nombrada genera una hipermovilidad cervical baja y esto produce el problema de la zona cervical. Además, la vertebra dorsal o torácica T5 está relacionada de forma vascular directa con la vertebra cervical C5. CURIOSIDAD Si el paciente ha sufrido un latigazo cervical  por un accidente de tráfico, es probable que exista compresión del nervio espinal -par craneal XI- que sale por el agujero rasgado posterior de nuestro craneo, e inerva al músculo trapecio y esternocleidomastoideo, generando dolor de cuello y espalda.

Además, por ese agujero también sale el nervio Neumogástrico o “Vago” -par craneal X- que inerva al estómago, y también producirá alteraciones gástricas en dicho paciente.

Tendinopatias del hombro izquierdo y Punto gatillo en el músculo infraespinoso del hombro izquierdo: producidos por la antepulsión o adelantamiento del hombro, que se sitúa así por tensiones fasciales directas del estómago.

Síndrome de Tietze: dolor muscular agudo en las costillas y en el cartílago que une costillas y esternón.

Fisioterapia y Osteopatía para los dolores musculares referidos por el estomago

Habitualmente a consulta nos llegan muchos pacientes que ya han sido pautados por su médico digestivo con protectores gástricos u otros tratamientos, pero que, habitualmente diagnosticados de hernia de hiato, siguen teniendo problemas digestivos y dolores músculo esqueléticos asociados.

En este caso, en consulta abordamos los problemas citados anteriormente con técnicas de fisioterapia y osteopatía:

– Desbloqueo del conjunto de vertebras bloqueadas (T5-T6).
– Tratamiento de los puntos gatillo de músculos trapecio e infraespinoso izquierdo.
– Tratamiento del músculo diafragma.
– Osteopatía visceral relacionada específicamente con hígado y estómago, con enfoque especial para hernia de hiato.
– Osteopatía craneal para Agujero Rasgado Posterior y Nervio Vago.
– Tratamiento de Síndrome de Tietze y tendinopatías del hombro si las hubiera.

Es importante conseguir que el paciente adopte medidas respecto a su alimentación con su endocrino o nutricionista. Pero sobre todo es imprescindible que, semanalmente 2-4 veces, nuestro paciente haga deporte o cualquier actividad en la que consiga disfrutar y olvidarse de sus obligaciones del día a día durante varias horas.

En Fisioterapia Goya somos especialistas en el tratamiento de las disfunciones de estómago y sus dolores referidos, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

¡Gracias por leernos!

Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

La conexión entre el cuerpo y las emociones es fascinante, y en el ámbito de la fisioterapia y la osteopatía esta relación es fundamental para comprender y tratar ciertos dolores. También en la medicina occidental cobra cada día más importancia.

Muchas veces, los problemas musculares que experimentamos pueden tener su origen en disfunciones viscerales, es decir, en órganos internos. En este artículo, exploraremos cómo saber si el dolor muscular es de origen visceral.


¿Qué es la conexión visceral-muscular?


La conexión entre los órganos internos y el sistema musculoesquelético se establece a través de una red de nervios y fascias que recorren todo el cuerpo por completo.

Cuando un órgano interno presenta alguna disfunción visceral, puede enviar señales a través de esta red que afectan los músculos circundantes, causando dolor o rigidez en áreas aparentemente no relacionadas.

Signos de que tu problema muscular puede tener un origen visceral:

  • Inexistencia de traumatismos ni sobreuso de la musculatura o la articulación que nos duele: si nos duele mucho una zona en la que ni hemos recibido ningún golpe ni tan siquiera usamos en exceso, es motivo para sospechar que nuestra lesión puede tener un origen visceral. Por ejemplo, una disfunción en el hígado puede manifestarse como dolor en tendones del hombro derecho.
  • El paciente tipo es de mediana edad: es mucho más frecuente el dolor musculo- articular relacionado con disfunciones viscerales en una persona que está entre los 25 y 70 años.
  • Aumento de los síntomas en reposo o cuando nos vamos de vacaciones: es normal que los dolores que tienen un origen visceral aumenten en el momento del día en el que paramos, por ejemplo cuando nos vamos a dormir. Además, en periodos de mucho stress laboral o emocional, el dolor suele hacerse presente justo cuando acabamos esa etapa, como son el comienzo de las vacaciones o al finalizar una etapa de mucho sufrimiento emocional (una muerte de un pariente cercano, un divorcio, una deslealtad…).
  • Cambios en la movilidad/sensibilidad de una articulación sin lesión aparente: si experimentas cambios en el rango de movimiento de una articulación sin una lesión traumatológica, podría ser indicativo de un problema visceral. Por ejemplo: una disfunción en el intestino grueso o colon podría causar restricciones en la flexión hacia delante de nuestro tronco, sin necesidad de que hayamos hecho esfuerzos con esa zona. Y otro ejemplo habitual: la disfunción de los riñones puede provocar sensibilidad dolorosa en la parte baja de la espalda o zona lumbar.
  • No funciona la medicina ni los tratamientos convencionales: una lesión se nos repite una y otra vez durante una etapa. Nos medicamos, ocultamos sus síntomas durante un tiempo, pero vuelve a aparecer en cuanto terminamos el tratamiento
    farmacológico. Esto debe hacernos sospechar de una disfunción visceral que nos está causando los síntomas dolorosos.

En conclusión, si experimentas problemas musculares o articulares persistentes y recurrentes, es importante considerar la posibilidad de que tengan un origen visceral. Consultar a un fisioterapeuta osteópata con experiencia en este enfoque puede ser fundamental para identificar y tratar eficazmente la causa subyacente de tus síntomas, brindándote alivio y mejorando tu calidad de vida a largo plazo.

En Fisioterapia Goya nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años de buenos resultados en el diagnóstico y tratamiento de los dolores de origen visceral, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

¡Gracias por leernos!

Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin


¿Cuál es el significado de disfunción visceral?


En el mundo de la salud a menudo encontramos términos que pueden sonarnos un poco raros. Uno de ellos es la «disfunción visceral».


¿Qué es una Disfunción Visceral en Osteopatía?


En términos simples, una disfunción visceral se refiere a un problema en los órganos internos del cuerpo que no es de excesiva importancia, pero que mantenido en el tiempo acaba afectando a su función normal. Puede ser causada por diversos factores, tales como el estrés, emociones alteradas, malos hábitos alimenticios o factores mecánicos -por ejemplo estar sentado muchas horas al día delante de una pantalla-.

Lo que puede sorprender a muchos es que una disfunción visceral puede manifestarse a través de síntomas en nuestro sistema musculoesquelético. La conexión entre los órganos internos y el sistema musculoesquelético se establece a través de una red de nervios y fascias que recorren todo el cuerpo. Cuando un órgano interno presenta alguna disfunción, puede enviar señales a través de esta red que afectan a los músculos circundantes o a otros que están a distancia aparentemente no relacionados.

Dolores de espalda, rigidez en el cuello, contracturas, problemas posturales e incluso dolor en las articulaciones sin venir a cuento, pueden ser resultado de una disfunción en los órganos o vísceras. Por ejemplo: una disfunción vísceral del estómago suele producir una contractura en la zona interescapular izquierda que se repite habitualmente. O una disfunción del hígado puede producir una tendinopatía de hombro derecho.


Tratamiento de una Disfunción Visceral desde la Fisioterapia y la Osteopatía


La buena noticia es que la fisioterapia y la osteopatía pueden desempeñar un papel crucial en el tratamiento de una disfunción visceral. Los fisioterapeutas osteópatas estamos capacitados para evaluar los dolores que, por la forma de presentarse, repetirse y no curarse con la medicina y la fisioterapia convencional, sí reaccionan positivamente con el enfoque de la osteopatía visceral. Por lo tanto, es importante sobre todo un buen diagnóstico de la lesión, para posteriormente realizar un correcto tratamiento.


Osteopatía Visceral: Un Enfoque Integral


Dentro de la Osteopatía, existe un enfoque específico conocido como osteopatía visceral. Este enfoque se centra en el diagnóstico y tratamiento de las disfunciones en los órganos internos. En Fisioterapia Goya, nuestros fisioterapeutas osteópatas utilizan técnicas manuales para restaurar la movilidad, motilidad y la función adecuada de los órganos. Esto, unido al ejercicio terapéutico y a la implementación de rutinas saludables, consigue aliviar los síntomas musculoesqueléticos asociados de una disfunción visceral.

Recuerde, escuchar a su cuerpo es fundamental. Si experimenta síntomas musculoesqueléticos que se repiten continuamente y que no curan de forma tradicional, podrían estar relacionados con una disfunción visceral. No dude en comunicarse con nosotros, nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años de buenos resultados en el tratamiento de las disfunciones viscerales.

Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

El cólico del lactante es un ataque doloroso que padecen aproximadamente el 20% de los bebés menores de 4 meses. Suelen comenzar en el primer mes de vida y los síntomas tienen un pico durante el segundo mes. Está caracterizado por retortijones, sudores, ansiedad y un llanto inconsolable. Los padres viven estos momentos con angustia al no saber qué hacer para poder ayudar a su hijo.

Hablamos de cólico del lactante cuando el llanto cumple la «regla del 3»:

  • Llanto que dura más de 3 horas al día.
  • Más de 3 días a la semana.
  • Y que persiste más de 3 semanas.

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Los síntomas de los cólicos suelen remitir pasado el primer trimestre de vida.

Factores que favorecen la aparición de los cólicos

  • Alergia a las proteínas de la leche.
  • Intolerancia a la lactosa.
  • Inmadurez de aparato digestivo.
  • Irritación del nervio vago(par craneal X).
  • Madres fumadoras o con mucha ansiedad.

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  • Mala alimentación de la madre durante la lactancia.
  • Alteraciones en la flora intestinal.
  • Altas dosis de vitaminas.
  • Antecedentes familiares.

Las consecuencias más comunes a medio-largo plazo son el trastorno del sueño(tanto del niño como de sus padres) y la alteración del comportamiento del niño, disminuyendo la interacción con el resto de niños e incluso con sus padres.

Tratamiento

Respecto al tratamiento, las técnicas de fisioterapia y osteopatía serán suaves y se van a centrar en calmar los puntos de tensión del bebé. Durante el tratamiento, es bueno tener respuestas por parte del bebe tales como sonrisa, canto, miradas fijas, manos y dedos relajados. Las principales zonas a tratar son:

  • Craneo: la cabeza del bebé es sometida a muchas tensiones durante el parto, la salida del nervio vago es una zona clave a tener en cuenta por su relación con el sistema digestivo.

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  • Diafragma: el tratamiento de esta zona ayudará a una mejor digestión, liberará de tensiones al estómago y permitirá una mejor expulsión de los gases.

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  • Estómago-Intestinos: mediante técnicas viscerales concretas ayudaremos al correcto funcionamiento gastro-intestinal.

Necesitaremos aproximadamente 3-5 sesiones de 35-45min para que el bebé vuelva a sonreír y no se vuelvan a producir los cólicos.

En Fisioterapia Goya contamos con varias fisioterapeutas expertas en el tratamiento del Trastorno Digestivo del lactante –además de experimentadas madres-. No dudéis en visitarnos o contactarnos si se presenta alguno de estos problemas en vuestros pequeños.

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